Los bonaerenses no tendrán su propios comicios: la gobernadora María Eugenia Vidal le comunicó ayer a la Casa Rosada que, al final, desistirá de la propuesta que rondaba en La Plata para desdoblar la elección provincial de la nacional.
De esta manera, aún cuando la bicameral de la Legislatura aún está evaluando la posibilidad, a la espera de un dictamen no vinculante, la mandataria seguirá la premisa impartida desde el comando electoral liderado por el jefe de Gabinete Marcos Peña. Fue uno de los temas que debatieron con Macri la semana pasada.
En Balcarce 50 no creían que la jugada ayudara, bajo el argumento del jefe ministerial provincial Federico Salvai, de eclipsar una seguidilla de victorias electorales del peronismo en las provincias que ya decidieron adelantar. Más bien, apostaban, iba a ser leído como un “despegue” de Vidal de la golpeada imagen presidencial en las encuestas, sobre todo en el Conurbano.
“No queremos que la gente vaya más veces a votar, porque no nos parece cambiar las reglas de juego a poco de la elección. Y porque es más costoso”, informaron esta tarde altas fuentes de la gobernación bonaerense. Según un cálculo de este diario, el eventual adelantamiento le iba a costar a Vidal $2800 millones.
De esta manera, con la inédita unificación que está pensando el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, quedan aún las definiciones de otros dos mandatarios de Cambiemos: el jujeño Gerardo Morales y el mendocino Alfredo Cornejo.
La mera posibilidad había despertado las críticas del PJ provincial, ya que golpeaba de lleno en sus chances electorales al atar a su eventual postulante provincial a la posible boleta presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.
Fuente: El Cronista