El Gobierno analiza el futuro del dólar tarjeta. Es a raíz del final del impuesto PAIS, que implicará que deje de ser el tipo de cambio más caro del mercado, en un contexto donde se incrementa la salida de divisas por turismo.
El dólar tarjeta o dólar turista es el más elevado de todos. Por supuesto, por encima del oficial, pero también de los dólares financieros. Este lunes cerró en $1584, contra el MEP y el CCL apenas por encima de los $1200. Ocurre que el dólar tarjeta se calcula como el oficial, y a eso hay que sumarle el 30% extra por el impuesto PAIS y otro 30% de percepción de anticipo del impuesto a las Ganancias o a los Bienes Personales, que se puede solicitar a la AFIP al año siguiente.
El 31 de diciembre termina el impuesto PAIS, algo que adelantó el presidente Javier Milei, y que se encuentra por escrito en el presupuesto 2025. Eso significaría que al dólar oficial habría que aplicarle solo el 30% de las percepciones de la AFIP, lo que lo llevaría a una cotización en torno a $1260, cercano al valor de los financieros.
La discusión en el equipo económico es qué hacer con este tipo de cambio, en un contexto de mayor presión para las reservas. Por estas horas, la opción más fuerte es aplicar alguna otra percepción. Generar un nuevo impuesto va en contra del discurso de La Libertad Avanza, al tiempo que se necesita pasar por el Congreso. Una percepción se puede aplicar con una simple resolución, ya que es un anticipo.
Las consultoras ya empiezan a reparar en la pérdida de reservas. Más allá de la discusión por el tipo de cambio, lo cierto es que la devaluación del 2% corre sistemáticamente detrás de la inflación, que desde hace 4 meses no perfora el piso del 4%. Según Aurum Valores, “se agrava el déficit de la cuenta servicios producto de la fuerte apreciación real que mantiene el tipo de cambio. El Banco Central ya pierde más de u$s 1500 millones por trimestre por esta vía, cifra que empeoraría en los próximos meses”.
En el balance cambiario del Banco Central, la cuenta de servicios se encuentra con el dato más rojo del año. En agosto, cerró en negativa en u$s 614 millones. Según la consultora LCG, “específicamente los pagos por turismo se redujeron en el margen por efectos estacionales, pero siguieron consumiendo u$s 762 millones, 5% más que un año atrás”.
Según LCG, el mercado de cambios seguirá tensionado: “En el corto plazo, el flujo de exportaciones, afectado por el declive estacional, y de importaciones, alentado por la reducción del impuesto PAIS y por la recalendarización de los pagos, sumarán presión. A su vez, la dinámica de atraso cambiario acarrea un mayor déficit en servicios, usualmente más elásticos que los bienes”.
A nivel micro, el encarecimiento de la economía en dólares ya empieza a verse en los números del turismo. Desde Econviews informaron que la balanza turística se vuelve cada vez más negativa. “Los argentinos que viajaron vía aérea en agosto fueron 286.162, mientras que los extranjeros que ingresaron a Argentina fueron 239.377 personas. Esto significó un saldo negativo de 46.785“, informó la consultora de Miguel Kiguel en base al Indec.
El Gobierno necesita fortalecer las reservas del Banco Central. Felipe Núñez, economista de la mesa chica del ministro de Economía, Luis Caputo, reveló en una entrevista radial que fortalecer reservas es una de las condiciones para salir del cepo cambiario. Y allí está justamente la “encerrona” que ven las consultoras: sin reservas no se puede salir del cepo, pero con el cepo no se pueden sumar reservas.
Fuente: El Cronista