La naturaleza puede ser un hotel cinco estrellas y Bariloche lo deja en claro. No es necesario alquilar un alojamiento de lujo para disfrutar de unas buenas vacaciones: su entorno permite una aventura asegurada. La más utilizada es el camping, que permite viajar en forma económica y disfrutar de bosques, lagos, arroyos y demás atractivos de los paisajes cordilleranos.
El Yeti, Petunia y Villa Maitén están sobre el lago Nahuel Huapi y en la zona de Colonia Suiza se ubican Hueney Ruca, Gaucholihue, SAC, Ser y Goye. Junto al Lago Gutiérrez, en tanto, Viejo W, Los Coihues y Los Baqueanos son los campings con mejor calificación de los viajeros. Más al sur, en el camino de acceso al cerro Tronador, en lago Mascardi, a unos 40 kilómetros de Bariloche se encuentra el camping La Querencia, que tiene siete hectáreas para disfrutar de la naturaleza, con canchas de fútbol y vóley, además de bosque y costa de lago.
Todos ofrecen servicios como baños, duchas y proveeduría, espacio de lavandería de vajilla, agua potable y wifi, además de cabalgatas y paseos en kayak. Para que el disfrute sea completo y amigable con el medio ambiente, hay varias cosas a tener en cuenta como prever siempre el clima, acampar sólo en lugares habilitados y para evitar accidentes, tener en cuenta la caída de árboles y ramas en zonas boscosas.
Está prohibido acampar y hacer fuego en las costas de cualquier ambiente acuático. Los lugares para hacerlo están señalizados con cartelería específica y no se puede utilizar leña ni cortar troncos del lugar, al igual que no se pueden dejar fogones prendidos.
Hostels, albergues y hostales
Otra opción que está tomando cada vez más fuerza en la Patagonia es el turismo compartido. Los hostels, albergues y hostales tomaron la lanza en este aspecto y apostaron a las habitaciones compartidas, a generar comunidad a través de la socialización pero sobre todo para que los gastos de alojamiento no sean grandes. Allí se encuentran extranjeros con argentinos y argentinas de las 24 provincias. Los voluntariados, worldpackers y otros sistemas de intercambio hacen girar la rueda turística en la ciudad.
Muchos de estos alojamientos están ubicados en los mejores lugares de Bariloche, frente al Lago Perito Moreno en la coqueta Colonia Suiza, en las costas del Lago Gutiérrez, muchos también miran hacia el enorme Nahuel Huapi en Villa Campanario, Melipal, Playa Bonita y otros tantos se emplazan en las imponentes montañas.
Glamping
Derivado de la conjunción de los términos ‘glamourous’ y ‘camping’ nació el glamping, una tendencia que combina la experiencia de acampar al aire libre pero con las comodidades de un hotel. Los precios son variados pero ver el amanecer desde la cama a través del techo y las paredes de un domo transparente, es una experiencia única e inolvidable.
Así lo aseguran los viajeros que ya se hospedaron en Piedras Blancas, un predio de 28 parcelas ubicado en Isla Victoria, Bariloche, lugar al que sólo se puede acceder en lancha. Allí, los pasajeros se pueden alojar en el Folk Camp, que consta de seis domos equipados con sommier, guardarropas, mesas de luz, energí a eléctrica, calefacción (salamandra a leña), un pequeño living y un deck externo con mesa y sillas. Lo mejor de todo es que están ubicados justo en la playa, desde donde se puede ver la hermosa bahía de Piedras Blancas y el lago Nahuel Huapi.
En cuanto a la comida, se puede contratar el servicio de pensión completa y disfrutar del exclusivo menú confeccionado por los chefs con ingredientes locales o bien, abastecerse de alimentos de la proveeduría del lugar.
Otra opción de glamping es el Refugio Neumeyer. Ubicado a 6 kilómetros del centro cívico ofrece otra experiencia de naturaleza única recorriendo la Reserva Natural Valle del Challhua-co, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, desde donde se realizan caminatas y actividades turísticas, tanto en invierno como en verano. Por la noche, se puede descansar en los eco-dormis totalmente equipados.
Ya sea para acampar, hacer turismo rural o glamping, Bariloche es el destino ideal. Versátil y con una estructura muy amplia que permite a cualquier turista disfrutar de una experiencia inolvidable sin importar el presupuesto. Tiene tantas opciones y tantos lugares hermosos que vale la pena empezar a planificar esa escapada cordillerana.
Fuente: Ambito