Un terremoto de magnitud 6,4 se registró el lunes en la provincia de Hatay, en el sur de Turquía, la más afectada por el temblor del 6 de febrero, que dejó más de 41.000 muertos en el país, informó la agencia de respuesta a las catástrofes AFAD.
El sismo sacudió la localidad de Defne a las 20h04 (1704 GMT) y fue sentido con fuerza por los equipos de la agencia de noticias AFP en Antakya y Adana, 200 kilómetros al norte.
No se dispone aún de datos sobre posibles nuevos daños o víctimas, pero numerosos reporteros presentes en Antioquía informaron de que el temblor provocó pánico en los supervivientes alojados en tiendas de campaña.
Un periodista de la AFP añadió que los nuevos temblores levantaron nubes de polvo en la devastada ciudad.
Al menos un edificio ya a medio colapsar se desplomó entero y cascotes de otros dañaron coches aparcados, informa la cadena NTV.
Las autoridades de han advertido a la población que se mantengan alejados de la costa en la provincia de Hatay, ya que el nivel del agua podría subir medio metro tras el nuevo seísmo y hay riesgo de tsunami .
Este nuevo temblor se ha registrado en la localidad de Samandağ, a unos 12 kilómetros de la costa mediterránea, por lo que AFAD, la agencia turca de emergencias ha pedido alejarse del agua.
Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul, aseguró a la emisora HalkTV que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se habrán desplomado.
Según AFAD, se han registrado más de 6.000 réplicas desde que el seísmo de magnitud 7,8 sacudió Turquía y Siria.
Desde el sismo del pasado día 6, ninguno de los edificios en Antioquía es aún habitable, pero hay equipos de trabajo de desescombro que pueden haber sido atrapados por algún desplome.
Además, muchos supervivientes tienen el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar en la identificación de cadáveres, y pueden estar en riesgo si se desploma algún edificio vecino que aún quede en pie.
“Era terrible, nos han caído encima ventanas rotas. Todo el mundo ha salido de las tiendas con pánico. Con la oscuridad no se puede ver todavía qué ha pasado”, dijo a la agencia de noticias EFE por teléfono Ugur Sahin, un reportero del diario BirGün.
El centro de emergencias nacional AFAD, que ubica el epicentro del sismo en el barrio de Defne en la propia Antioquía, habla de una segunda réplica de magnitud 5,8 con epicentro en Samandag.
(Con información de AFP y EFE)