El Gobierno llegó a un acuerdo con las empresas y sindicatos petroleros para retrotraer el despido de 600 trabajadores y la suspensión de otros 1200, y además frenó 3000 desvinculaciones que las compañías tenían “en carpeta” para los próximos meses, según fuentes gremiales.
Tras una reunión de dos horas y media, las partes firmaron un acta en el Ministerio de Trabajo en la que se comprometieron a “preservar los puestos de trabajo y mantener la paz social”. Sin embargo, la solución al cuadro de crisis en la actividad llegará recién con la generación de una mesa de diálogo. “Las empresas supeditan el mantenimiento de la decisión a los resultados de la mesa de diálogo”, indica el documento firmado.
Entre los condicionamientos empresarios para sostener el acuerdo estará el pedido de baja de las retenciones y la disminución de los aportes patronales.
Fuentes del Ministerio de Trabajo dijeron a este diario que esperarán a ver los detalles de los planes que presenten las partes y recién ahí resolverán qué concesión aprueban. “El Gobierno no presentará ninguna propuesta”, adelantaron, y todavía no definieron la fecha y el lugar del próximo encuentro.
De todos modos, Claudio Moroni, jefe de esa cartera, aseguró que le pareció “una decisión madura” que se pueda abordar la negociación mientras al mismo tiempo se debate en sesiones extraordinarias en el Congreso una nueva ley de hidrocarburos . La iniciativa incluiría beneficios impositivos y garantía de acceso a dólares para repatriación de dividendos.
Por su parte, Guillermo Pereyra, secretario del sindicato de petroleros, adelantó a PáginaI12 que acompañará algunas de las propuestas que el gobierno de Neuquén lleve a la mesa de diálogo, a la que se sumará junto al de Río Negro. Entre los pedidos estará que haya retenciones móviles. “Las retenciones deberían bajar a medida que las inversiones sean mayores”, opinó Pereyra. Actualmente se encuentran en 8 por ciento, muy por debajo de otros sectores, como el agropecuario.
Otro de los pedidos que apoyará el sindicato será “achicar la brecha” entre el precio en boca de pozo y el surtidor. Fuentes empresarias afirman que el valor de las naftas se encuentra retrasado en un 18 por ciento. Consultado sobre qué solución podría encontrarse en este punto, sin que se produzca un salto en los precios, Pereyra contestó: “Va a tener que haber mucho diálogo”. Además, dijo que los pedidos empresarios están alineados con los provinciales.
La crisis en la industria petrolera comenzó en agosto del año pasado, luego de la derrota de Cambiemos en las Paso. El Gobierno de Macri congeló por decreto el precio de los combustibles y del barril de crudo. Sin embargo, entre noviembre y diciembre autorizó tres aumentos, dos de 5 por ciento y uno de 6,3 por ciento. Tras la asunción de Alberto Fernández, a fines de diciembre YPF dejó trascender que aplicaría una nueva suba, que finalmente fue frenada por el gobierno nacional.
Por su parte, la cámara de empresas de operaciones petroleras especiales (Ceope) solicitará en la próxima mesa de negociación reducir los aportes patronales que realizan los empleadores a la seguridad social.
Así lo reveló una fuente que estuvo presente en la firma del acta. Las empresas adelantan que la permanencia del acuerdo de retrotraer despidos estará supeditada a los resultados que se obtengan en la mesa de negociación. “Esto fue una solución momentánea, un gesto de buena voluntad”, aseguraron desde una compañía petrolera. “La situación de fondo que generó los despidos sigue estando”, agregaron.
El sector empresario considera que el problema de fondo es el retraso en los precios de los combustibles tras el congelamiento de agosto. Se quejan de la “intervención” en el sector de hidrocarburos que disminuyó la actividad y por ende el empleo. Afirman que los precios están retrasados en un 18 por ciento, por las alzas en el precio del crudo y el componente impositivo.
Además, destacan que las naftas subieron por debajo de la inflación: alrededor de 45 por ciento en 2019, contra una inflación del 53,8 por ciento. Del precio de la nafta no hubo ninguna definición en la reunión que se llevó a cabo en el Ministerio de Trabajo. La última vez que los petroleros discutieron el tema fue con Alberto Fernández la semana pasada, cuando el presidente les pidió mantener frenados los aumentos.
El acta para suspender despidos fue firmada por el Gobierno, los sindicatos de petróleros y empleados jerárquicos, las empresas de producción de hidrocarburos y la cámara de operaciones petroleras especiales. En la próxima mesa de diálogo se sumarán autoridades de Neuquén y Río Negro, principales provincias productoras, y la Federación del sector energético de Neuquén (Fecene).
Fuente: Página12