El licenciado Guillermo Burgos, delegado de Puerto Rosales, visitó los estudios de La Brújula 24 y formó parte del 335º capítulo de IngenieroWhite.Com, dando a conocer distintos aspectos vinculados a su relación con nuestra ciudad y el ámbito portuario.
“Si bien en los albores de la región uno encuentra estructuras abandonadas que marcan la presencia de un entorno coordinado, el trabajo en común de estos tiempos es inédito en los últimos 50 años. El nacimiento del Consorcio del Puerto marcó un distanciamiento entre Bahía y Punta Alta, generando barreras y dificultades. Yo vine a poner un punto final a esto y a construir una realidad nueva”, remarcó Burgos.
–¿Qué ventajas genera esa unión y trabajo en conjunto?
–No podemos pensar solo en Punta Alta, sino que se trata de una cuestión regional. El trabajo mancomunado permite consolidarnos para ser mejores entre todos.
–¿En esto también influye la Zona Franca?
–Exacto. El trabajo en conjunto hace que uno se sienta como si estuviera en el puerto. Lisandro Ganuza y Gustavo Bellozas le han dado una dinámica de 180 grados al rumbo de trabajo y es notable la cohesión política y administrativa que han logrado. Por eso, tratamos de sumarnos a todos los eventos y ayudar en lo que podamos.
–¿Cómo es tu vínculo con Miguel Donadío, presidente del CGPBB?
–El punto de partida empezó luego de un almuerzo con Pablo Pussetti y Valentín Morán. Y desde ahí empezamos a construir un camino que ahora seguimos transitando con Donadío. Incluso, en un acto inédito, Miguel visitó hace algunos días Puerto Rosales dispuesto a trabajar juntos. Para mí es grato el vínculo con Ingeniero White, ya que mi abuela materna, de apellido Pagotto, llegó proveniente de Italia y vivió en la localidad.
–Guillermo, ¿cómo proyectan las actividades dentro de Rosales?
–Rosales es un puerto provincial y, por lo tanto, depende de la Dirección de Actividades Portuarias. Todo lo que proyectamos tenemos que elevarlo a provincia. Hoy contamos con tres empleados eficientes, teniendo en cuenta las 10-12 toneladas anuales que se mueven aquí.
“De todos modos, la máquina administrativa bonaerense opera lentamente y los proyectos a veces duermen allí. Mejorar el muelle con una defensa, obras de iluminación, afianzar el turismo y lograr mayor participación de la Base Naval son algunos de los proyectos que tenemos”, completó.
–Por último, ¿cómo se inició tu vínculo con el ámbito portuario?
–Nací en Punta Alta, a los 17 años ingresé en la Escuela Naval y mi actividad privada me llevó a vivir en el extranjero. Luego de varios contactos con el intendente Mariano Uset terminé aceptando y el próximo 27 de mayo voy a cumplir dos años en el cargo.