En medio de la pandemia que castiga al mundo, uno de los testimonios principales de nuestra segunda entrega radial de la semana fue la historia que compartió Daniela Arnaudo, quien por cuestiones laborales tiene a su hijo varado en un crucero en la zona cercana a Miami.
“Mi hijo Bruno es músico y trabaja en un crucero. Una semana antes que comience la cuarentena en nuestro país, los turistas que estaban en el barco bajaron en Miami y ellos se iban a quedar en la embarcación un mes hasta que pase todo”, inició su relato Daniela.
–¿El crucero está amarrado en el puerto de Miami?
–En realidad se abastecen cada 5 días y por un tema de costos están a unas millas en el medio del mar. La vida la seguían de forma normal hasta que el 21 apareció una persona con fiebre. En ese momento, se reforzaron las medidas y aislaron a todos los que tuvieron contacto con esta persona.
“Y hace 4 días hubo otro caso con fiebre. Así que las autoridades aislaron a los 1.500 empleados en los camarotes. Mi hijo estuvo 4 días en un subsuelo, sin ventana y encerrado. Ayer pude hablar con él y lo pasaron a un camarote de turistas”, apuntó.
“En el crucero hay 6 argentinos, incluido Lisandro Diez, que está con mi hijo. Hay mucha gente que quiere volver y en Cancillería no me atiende nadie. La desesperación es que va a pasar cuando pase la cuarentena porque en Miami no los dejan bajar, no tienen avión para volver. Bruno es un chico fuerte, pero la preocupación la seguimos teniendo. No pasa por lo económico; que tengan en cuenta que hay argentinos en esta situación y quieren volver a su casa”, reconoció.