Una forma de ocupar el tiempo y seguir relacionado con lo que durante 40 años fue una parte de su vida, le permitió a Bocha Conte, un vecino de nuestra localidad, edificar una importante cantidad de réplicas de distintos barcos relacionados con el puerto de White. La 212ª entrega de nuestro espacio radial reflejó esta apasionante historia.
“Todo empezó como un pasatiempo, un cable a tierra. Se me dio por hacer un barco y llevarlo a la sastrería de Forte y ese fue el principio para que lleguen los demás, como el que se llama Ingeniero White: un barco cargado con 180 contenedores con los nombres de distintos negocios e instituciones de la localidad”, destacó Bocha.
“Lo mismo hice con el barco que se llama San Silverio, que tiene todas las lanchas de White, con el nombre de sus dueños. Esos barcos, debido al contenido y al mensaje que tienen, están exhibidos en FerroWhite”, indicó.
–¿Cuánto tiempo lleva construir un barco como estos?
–No tengo el tiempo exacto, sino que aprovecho los momentos, como un día de lluvia o a la tarde mientras escucho los partidos. Luego de estar 40 años arriba de los barcos y las lanchas, conozco bien los detalles por eso hago réplicas grandes, como una de 2.30 metros que tiene hasta los salvavidas y el matafuegos.
“Con respecto a los materiales, utilizo el cartón de las cajas de tetrabrik, cola vinílica o pegamento adhesivo y pintura sintética”, explicó Conte.
–¿Qué otros barcos de los que has hecho encierran historias que motivaron su construcción?
–El Highflyer, que en el año ’63 chocó contra un submarino. Un sobreviviente de ese hecho trabajó conmigo y me contó la historia. Y otra embarcación importante es la que hice en honor a la tripulación del Drundrum Bay, donde estaban Pechito Mancinelli, Chapa Orzali, Tino Digiorgio, Niya Albrizio, Pastilla Rodríguez, Cacho Santamaría, Bocha Taylor, entre otros.
–Para cerrar, ¿cómo lo ves al puerto actualmente en comparación con esos tiempos?
–Hace tiempo que no lo recorro detenidamente al muelle; por ahí doy alguna vuelta, pero la gente de mi tiempo ya no se ve. El puerto cambió mucho y progresó, pero antes era más lindo. Yo viví otros tiempos y eso es lo que me permite seguir con esta pasión para siempre.