Con la última escalada en una de las peores crisis de las últimas décadas, Medio Oriente quedó envuelto en una tensión total. En un desafiante mensaje, el líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, dijo que el ataque a dos bases militares en Irak, que fueron impactadas por al menos 15 misiles, fue “una cachetada” a Estados Unidos, llamó a desterrar la presencia militar de la potencia global en la región, y rechazó cualquier negociación al afirmar que solo abriría la puerta a una mayor injerencia de Washington.
“Lo que importa es que la presencia de Estados Unidos, que es una fuente de corrupción en esta región, debería llegar a su fin”, dijo ante una sala repleta.
La gran incógnita es cuál será la respuesta de Trump al ataque de Irán. El mandatario, que ha ofrecido una retórica áspera y dura hacia Teherán desde su campaña presidencial, había advertido en reiteradas oportunidades que respondería a un ataque de Irán. Pero anoche, luego de la lluvia de misiles sobre las dos bases iraquíes, los llamados a desescalar la crisis se multiplicaron, e incluso comenzó a correr el argumento de que Trump había logrado una “victoria” ante lo que se percibió como una respuesta medida de Irán al asesinato de Qassem Soleimani, el jerarca militar más importante de Teherán y una figurada venerada en Irán.
“¡Todo está bien!”, tuiteó Trump, anoche, horas después del ataque. “Misiles lanzados desde Irán en dos bases militares ubicadas en Irak. Evaluación de víctimas y daños ocurren ahora. ¡Hasta aquí todo bien! ¡Tenemos el ejército más poderoso y bien equipado de cualquier parte del mundo, por lejos!”, agregó el mandatario.
El silencio de Trump anoche, y su decisión de brindar un discurso en las próximas horas alentó las especulaciones de una desescalada. Pero, a la vez, la imprevisibilidad característica del magnate mantenía latente la posibilidad de un nuevo ataque que profundizará aún más el conflicto. Trump habló anoche con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el emir de Qatar, el jeque Tamim Bin Hamad Al Thani, sobre la crisis con Irán, informó la Casa Blanca.
Fuente: La Nación