Es creciente la preocupación de exportadores ante la falta de definición de un nuevo cupo para la exportación de maíz, cuando aún queda un margen de al menos 5 millones de toneladas para su venta al exterior.
Los cálculos indican que con una producción de maíz 2014/15 de entre 23 y 24 millones de toneladas, un consumo interno de 10 millones y una única apertura de exportación de 8 millones de toneladas en diciembre del año pasado (completamente agotado antes de que culminara ese mes), quedan holgadamente no menos de 5 millones de toneladas para ampliar el cupo de maíz, el que no ha sido otorgado a pesar de los insistentes reclamos de exportadores realizados desde que comenzó el año.
El temor de los productores se centra en que la demora en abrir un nuevo cupo de exportación de maíz les ocasione, especialmente a los pequeños y medianos productores, el perjuicio económico de que el precio comience a declinar en tanto que el Gobierno bloquea la competencia al impedir la puja entre consumidores internos y exportadores.
La incertidumbre que genera en los productores la política oficial restrictiva hacia el maíz está estimulando la mayor retención de la soja, como refugio de valor y como virtual cobertura ante la falta de dinámica del mercado del grano.
Por su lado, los exportadores han solicitado en varias oportunidades a las autoridades nacionales la apertura del saldo exportable de maíz, el que, sostienen, no debe ser condicionado a los embarques como consecuencia de que los negocios de compra-venta se cierran con antelación.
Asimismo, también se preven importantes problemas de logística para el almacenamiento cuando la cosecha de soja se ha iniciado y comienza a volcarse hacia los puertos y las plantas industriales situadas en el Gran Rosario (desde Timbúes a Arroyo Seco), en la provincia de Santa Fe, donde se esperan 12.000 camiones por día.
Fuente: Punto Biz