El Informe Océano Vivo de la Organización Mundial de Conservación (WWF) reveló recientemente una muy fuerte baja de las poblaciones marinas a nivel mundial en las últimas cuatro décadas.
El retroceso ubica a los stocks con la mitad de los valores que mostraban hace cuarenta años. Además, la publicación detalla la pérdida del 74 por ciento de las familias de peces que son utilizadas para consumo humano, como atunes, caballas y bonitos.
La sobrepesca, la destrucción de los hábitats marinos y el cambio climático son los ejes que sostienen el debilitamiento.
El informe, vale mencionarlo, se realiza sobre un seguimiento de 5.829 poblaciones de 1.234 especies marinas, las cuales muestra un descenso del 49 por ciento en las poblaciones entre 1970 y 2012.
“Esto significa que la disminución de poblaciones casi se duplicó en comparación con los estudios anteriores, y da una clara y preocupante noción de la salud de los océanos”, afirmaron desde la Fundación Vida Silvestre.
Sin embargo, en el mismo comunicado de prensa la entidad ecologista rescata la situación del Mar Argentino: “Tenemos el privilegio de contar con un mar en relativo buen estado, aún productivo y diverso”, concluye Guillermo Cañete, Coordinador del Programa Marino en Vida Silvestre.
Al mismo tiempo, el especialista recuerda que las amenazas que pesan en esta parte del Atlántico: la pesca excesiva y la captura incidental de aves, mamíferos y reptiles marinos, situaciones que afectan la abundancia, estructura y funcionalidad del ecosistema.
“Es nuestra responsabilidad hacer un buen uso de ese potencial. Para ello, la Planificación Marina Espacial, una red de Áreas Marinas Protegidas, y la pesca sustentable son los instrumentos más apropiados para lograrlo”, agrega.
Según datos proporcionados por la fundación, nuestro mar sostiene miles de especies de organismos de fitoplancton, de invertebrados y más de 600 de vertebrados, entre los que se encuentran, por lo menos, 112 especies de cartilaginosos, 418 de óseos, 82 de aves marinas, 55 de mamíferos marinos y 4 de tortugas.
Un dato de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) revela la importancia de trabajar en pos de la sustentabilidad: ya hacia 2007, el 79 por ciento de estas especies se consideraban amenazadas de extinción a escala mundial.
Fuente: Pescare.