De junio a diciembre es el momento y Chubut es el lugar: la ballena franca austral llega a Península Valdés y desde la playa o en embarcaciones es posible acercarse para un viaje en conexión plena con la naturaleza. A fines de junio se hizo el lanzamiento oficial de la temporada de avistaje en Puerto Pirámides.
El entusiasmo que genera no es para menos: es uno de los lugares del mundo donde estos animales permanecen casi todo el tiempo muy cerca de la costa y se las puede observar en su hábitat natural. Por su increíble biodiversidad, Península Valdés fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Al encanto de su paisaje, se le suma que orcas, ballenas, pingüinos, lobos y elefantes marinos protagonizan cada año un show que sólo la naturaleza puede organizar con tanta perfección.
De fama mundial, es un espectáculo que se repite año a año, pero que no deja de asombrar a locales y turistas. Para disfrutar de las ballenas hay varias alternativas y excursiones. Se las puede ver desde el frente costero de Puerto Madryn, y a 15 km se encuentra el Área Natural Protegida El Doradillo, donde se avistan a pocos metros de la costa. Y embarcando en Puerto Pirámides (a 100 km de Puerto Madryn) se realiza la navegación
De cerca: a diferencia de otras, se muestra más y pasa mucho tiempo en superficie. La ballena franca austral llega a esta zona porque busca sus aguas más templadas y protegidas, donde se dan tres acontecimientos importantes en su vida: la reproducción, el nacimiento y los primeros cuidados de sus crías. Y son enormes: llegan a medir 15 metros.
Los viajeros descubren también que estos animales saltan con frecuencia y permanecen largo rato con la cola fuera del agua, golpean la superficie con las aletas y cola provocando explosiones de espuma de mar. Además, son muy curiosas, suelen asomarse verticalmente en una posición conocida como “salto de espía”. Cómo reconocerlas: su característica principal es la presencia de callosidades en la cabeza, cuyo patrón de tamaño, forma y distribución varía según el ejemplar y permite identificarlas individualmente.
La variada geografía costera de Chubut ofrece siempre algún sitio de aguas cálidas y de poca profundidad, lo que lo hace también el lugar ideal para hacer buceo. Puerto Madryn, de hecho, es la Capital Nacional del Buceo, y en Punta Loma se puede bucear con los simpáticos lobos marinos
Viajar y probar nuevos sabores. Para complementar la visita, además de los platos con mariscos, frutos de mar y pescados que ofrece la costa chubutense, los sabores y encantos de la cultura galesa invitan en tierras patagónicas a disfrutar de la gastronomía, la música y sus tradiciones. Casas de té, cervezas y vinos artesanales, conservas originales, carnes gourmet, tortas galesas y chocolates son algunas de las propuestas que se pueden combinar con una excursión para ver las ballenas. “El invierno es una temporada más que ideal para disfrutar las bondades de nuestro país, como este evento natural hermoso e inigualable. Nuestro turismo es paisajes, fiestas, culturas, y también el trabajo de todos los que se preparan para recibir cálidamente a los visitantes. Detrás de cada actividad hay una cadena de valor que pone en movimiento y potencia las economías regionales”, cuenta el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos.
Fuente: Infobae