Producto del corsé monetario que impuso el BCRA para contener al dólar, la Lebac de corto plazo rindió casi 4% en julio (3,95%), superando por amplio margen a la divisa estadounidense, que registró una caída del 5% en el mercado mayorista.
El inicio de este mes coincidió con el pico de la volatilidad financiera y del “overshooting” de tipo de cambio (cuando el dólar saltó a su máximo y luego bajó, hasta estabilizarse).”En retrospectiva fue un punto de entrada muy atractivo pero cargado de riesgos. Quienes lograron un carry trade de 9,73% en julio merecen cada punto de rentabilidad porque se animaron a vender dólares y a invertir en pesos”, comentó a ámbito.com el gerente de inversiones de GMA Capital.
La última vez que la tasa había doblegado al dólar había sido en marzo pasado, el mes previo al inicio de la tormenta cambiaria. En aquel mes, el BCRA vendió unos u$s 2.040 millones de sus reservas para controlar al dólar, en momentos en que la Lebac rendía un 26,6% anual.
Luego prosiguieron tres meses con inusitado salto del dólar que pasó de los $ 20,55 hasta los $ 29,66 a fines de junio, barriendo con cualquier tipo de ganancia en pesos.
“Creo que esta estrategia no es ´pan comido´ como en los años anteriores cuando el Gobierno tomaba deuda en el exterior, la cuenta financiera del balance de pagos era pletórica y el mundo tenía apetito por riesgo. Ahora el carry trade se volvió más táctico que nunca y requiere un ´timing´ quirúrgico para prosperar”, advirtió Persichini.
Solo basta con observar que en el año la maniobra todavía pierde un 17% en dólares.
Para ver como continúa la contienda entre el dólar y la tasa habrá que seguir de cerca las condiciones de los mercados internacionales, las tasas locales versus la dinámica de la inflación y cómo se debería mover el tipo de cambio real (proxy de la competitividad) para no acrecentar el déficit de cuenta corriente, sostuvo el gerente de inversiones de GMA Capital.
Fuente: Ambito