Alivio con el movimiento. La sensación del síndrome de las piernas inquietas disminuye con el movimiento, como estirar las piernas, sacudir las piernas, pasear o caminar.
Los síntomas empeoran por la noche.
Movimientos involuntarios en las piernas por la noche. El síndrome de las piernas inquietas puede estar asociado a otra afección más común llamada movimiento periódico de las extremidades durante el sueño, que hace que muevas las piernas y patees, posiblemente durante la noche, mientras se duerme.
Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas son típicamente descritos como sensaciones incómodas y fuertes en las piernas o los pies, que suelen afectar ambos lados del cuerpo. En raras ocasiones, estas sensaciones también pueden presentarse en los brazos.
Las sensaciones, que generalmente ocurren más bien dentro de la extremidad que sobre la piel, se describen como:
- Cosquilleo.
- Hormigueo.
- Tirones.
- Sensación pulsátil.
- Dolor.
- Picazón.
- Sensación de choque eléctrico.
Las sensaciones asociadas al síndrome de las piernas inquietas son a menudo difíciles de explicar, y generalmente se describen como un fuerte deseo de mover las piernas en lugar de calambres o entumecimiento muscular. Los síntomas también pueden variar en intensidad y pueden desaparecer y reaparecer con el tiempo.
Aunque algunas personas pueden preocuparse por no ser tomadas en serio, es importante buscar atención médica si se sospecha que se padece del síndrome de las piernas inquietas, ya que puede afectar negativamente el sueño, causar somnolencia durante el día y afectar la calidad de vida.
Síndrome de las piernas inquietas.
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¿Cuál es la causa del síndrome de las piernas inquietas?
La causa del síndrome de las piernas inquietas a menudo no es clara y puede tener un componente hereditario. En ocasiones, puede haber una causa identificable, como una deficiencia de hierro, y abordar esa causa puede resolver el problema.
Las piernas inquietas también pueden ser un problema común en las mujeres embarazadas.
Aunque a veces se asocia con problemas médicos como insuficiencia renal, artritis reumatoide, diabetes, daño nervioso, anemia y enfermedad de Parkinson, la mayoría de las personas que buscan tratamiento no tienen estas afecciones.
Fuente: Ambito