En una fecha especial y siempre llena de recuerdos como cada 2 de junio, el capítulo 880 de IngenieroWhite.Com, emitido por La Brújula 24, contó con el testimonio de César Mendiondo, Segundo Jefe del Cuerpo, quien reflejó las sensaciones que viven los Bomberos Voluntarios de nuestra localidad en estos momentos.
“Fue un festejo distinto, con los recaudos del caso. Más que nada se trató de no pasar la fecha por alto, así que se hizo un pequeño acto con todas las medidas de protección. El 2 de junio es una fecha donde siempre se reconocen los años de servicio y, esta vez, hubo gente que no pudo recibir su estrella. En ese sentido, si bien se hará en otro momento, tiene un sabor amargo”, reconoció Mendiondo.
–¿Cómo los encuentra esta fecha de recuerdos y homenajes en este momento?
–Como institución estamos en un buen momento y sorteando las dificultades del momento. Estamos bien equipados y contamos con una comisión directiva de fierro. Seguimos con las capacitaciones, de modo virtual, y siempre a la altura de las circunstancias.
Además, Mendiondo recordó que el cuerpo cuenta con 56 integrantes activos, otros 30 aproximadamente de reserva, aspirantes, comisión y damas colaboradoras, lo que hace un total de más de 100 miembros.
En tanto, con respecto a los requisitos para sumarse al cuartel, recordó que “hay que tener de 16 a 39 años de edad, estudios primarios y, por supuesto, completar el curso de ingreso”.
–¿Cómo fueron tus primeros pasos como bombero?
–Entré en 1994 y llevo 26 años de servicio. La institución siempre estuvo nutrida por gente con muchos valores, como el Calabré Colacce, Romano, Adrián Troisi, quien fue mi primer jefe y Néstor Magno, junto a mucha gente que en el día a día hace andar los engranajes de esta máquina.
“En mi caso, nunca había ido al cuartel, ni siquiera con la escuela. Tenía a mi cuñado y así entré a la institución. Mi primera salida fue un incendio de pasto, que es lo más común, y de a poco los eventos van siendo más complicados. Esa emoción no me la olvido nunca, como así tampoco las marcas que te quedan cuando uno vive alguna desgracia en situaciones de riesgo”, apuntó César.
–¿Qué genera en cada uno de ustedes el momento en el que suena la sirena?
–Es algo que no se explica. Uno toma acciones que en otro momento no hace. Los tiempos vuelan. La sirena tarde un minuto y medio y, para nosotros, es eterno. El estado de ánimo cambia y hay que saber manejarlo.
“Por eso, el reconocimiento de la comunidad es tan importante para nosotros y nos sentimos agradecidos. Igual es un arma de doble filo porque tenemos que responder de la misma manera. El compromiso es muy grande y no podemos defraudar a nadie”, agregó.
Por último, Mendiondo mencionó que la histórica Autobomba Nº1 se está terminando de poner en valor respetando su estructura original. Además, habló de una sala de capacitación nueva y de la puesta en escena de las recorridas virtuales que permiten mantener la conexión con los más chicos.