La alimentación fuera de casa también puede ser saludable, incluso en el lugar de trabajo. Ante la ansiedad y las situaciones de estrés en el ámbito laboral, las harinas y los azúcares son los peores enemigos. Pero también se debe tomar conciencia de que hay otros snacks que pueden compartirse en el típico tentempié de media mañana o de la tarde, y contribuir a cambiar poco a poco esos hábitos por alimentos que realmente aporten al cuerpo fibras, vitaminas y minerales.
Comer entre horas puede no ser necesario para todos, aunque si se elige “picotear” previo a una comida lo recomendable es hacerlo a conciencia eligiendo para ello opciones sanas y en lo posible evitando alternativas de snacks comerciales que pueden contener exceso de azúcares añadidos, sodio y grasas trans u otras de mala calidad.
Una persona debe comer al día mínimo tres veces, adicional a esto debe tener pequeñas meriendas que sean nutritivas y la hagan sentir saciada durante más tiempo y con energía a lo largo del día. Cuando estamos fuera de casa todo el día a veces estas comidas y meriendas nos resultan imposibles, por ello, los especialistas recomiendan un listado de snacks saludables para ingerir en el trabajo.
“Un snack tiene que ver con un objetivo claro y específico que es elegirestratégicamente algunos alimentos de forma porcionada para comer entre las comidas principales. Esto significa que te van a permitir no llegar con tanta hambre al almuerzo y a la cena y tener al metabolismo todo el tiempo trabajando porque para digerir y absorber los alimentos se genera un gasto calórico y además se segregan hormonas que le avisan al cerebro que algo comiste”, explicó a este medio la licenciada en nutrición (MN 7722) Romina Pereiro.
1. Yogur con frutas y granola
Tomar un yogur entero entre horas -y no las versiones descremadas- pueden ser una excelente opción por su alto contenido en calcio y proteínas. Y decimos lo de entero porque, según los expertos, siempre es mejor comer los alimentos en su versión natural. La definición de un alimento light es aquel al que se le ha eliminado un 30% de su grasa con respecto al alimento original, pero al que se le han añadido azúcares y otros aditivos para conseguir la textura y el sabor que le gusta al consumidor. Con lo cual, tienen menos cantidad de grasas pero más azúcares. Y los azúcares añadidos aportan calorías pero no tienen ningún valor nutricional.
2. Chips de verduras al horno
El mundo de los snacks nunca deja de sorprendernos. Cada vez encontramos en el supermercado una mayor variedad de papas fritas con sabores nunca antes vistos. Por ello, preparar en casa nuestros propios chips controlando los ingredientes y cantidades exactas añadidas puede resultar muy interesante para empezar a comer mejor. La clave para que queden crujientes es cortarlos muy finos, a ser posible con una mandolina para que todas las rodajas salgan iguales.
3. Fruta natural o deshidratada
La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos cinco raciones de frutas y verduras al día, una muy buena opción tanto para picar entre horas como para completar el momento del almuerzo, de la cena o del desayuno. Contienen vitaminas y minerales esenciales para la salud, aportan antioxidantes y fibra, favorecen la eliminación de toxinas del organismo.
4. Frutos secos
Si hablamos de snacks saludables, fáciles de consumir (dentro o fuera de la oficina) ricos en proteínas, omega-3 y minerales, llegamos a los frutos secos. Vienen listos para consumir en cualquier momento del día y se pueden incluir en desayunos, media mañana o tarde, como parte de la ensalada del almuerzo o, incluso, de alguna cena.
5. Chocolate amargo en porciones
Sí. El chocolate también puede formar parte de una rutina de alimentación saludable. Si lo tomamos en una cantidad moderada y en el momento del día adecuado, puede formar parte de nuestra dieta. Tras el ejercicio, para aportar los nutrientes necesarios para la recuperación, o en un momento en el que veamos que necesitamos energía. Además, si viene en porciones individuales es mucho más fácil no cometer excesos.
6. Crackers de semillas y avena
Este snack prescinde de las harinas y utiliza la avena y las semillas para ser un nutritivo snack que nos llenará de energía. Una receta que no solo es estupenda como aperitivo, sino que acompaña de “vicio” a cualquier clase de hummus, así que lo que nos sobre de la oficina, lo aprovechamos en casa.
Da igual si estás realizando una dieta para adelgazar, si tenés problemas digestivos, o si tenés poco tiempo. Existen snacks saludables para cuando estás en esta situación que son bajos en calorías, dulces y salados, sencillos y rápidos de hacer, e incluso para los paladares más exquisitos. La clave está en que estas comidas entre horas sean tentempiés saludables caseros, basados en los alimentos nutritivos que aportan los nutrientes y energía necesarios a tu alimentación.
Métodos como el meal prepping te harán ver que organizar contenedores con comida sana y de apariencia más que apetecible no es una tarea imposible. Y este no sólo sirve para solucionar las comidas principales en el trabajo, sino que también te ayudará a solventar desayunos y meriendas y evitar grandes lapsos de tiempo sin comer que desbordarán tu apetito.
Fuente: Infobae