El Gobierno resolvió prohibir las reuniones sociales en todo el país a partir de este lunes y durante los próximos 15 días, según anunció la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, con el fin de frenar el aumento de casos de coronavirus.
La funcionaria fundamentó la decisión en el foco de contagios que se notó en ese tipo de situaciones.
“El riesgo aumenta en las reuniones sociales tanto en los lugares donde está autorizado hacerlas como donde no está autorizado y se realizan igual”, expresó Vizzotti al respecto.
Según indicó, las medidas de distanciamiento son difíciles de cumplir “en un contexto de cercanía”, como las reuniones con familiares y amigos, ya que se distienden las recomendaciones básicas como el lavado frecuente de manos, el uso de tapabocas, la ventilación de los ambientes, toser con el pliegue del codo y mantener dos metros de distancia con el resto de las personas.
El objetivo de la prohibición de las reuniones, explicó la secretaria, “es para que allí donde hay brotes se puedan controlar y para que allí donde no hay podamos minimizar la posibilidad de tenerlo”.
El viernes último, el presidente Alberto Fernández, había insistido que al menos en el AMBA y otras regiones con circulación comunitaria podrían ser penalizadas las personas que participen de reuniones sociales.
“Estarán prohibidos los encuentros sociales, y quienes los lleven adelante sepan que pueden incurrir en la responsabilidad penal de estar transmitiendo una enfermedad. O favoreciendo el contagio de una enfermedad”, expresó el Presidente, en líneas con expertos que lo asesoran, que habían puesto el acento en ese aspecto para atacar el crecimiento de los casos.
“Quiero hablarles desde el corazón. Todos fuimos jóvenes y todos sabemos que en juventud es muy importante el encuentro con los amigos, con los afectos… Compartir, disfrutar. Yo extraño los recitales, los partidos de fútbol, tocar la guitarra con mis amigos. ¿Pero saben qué pasa? No podemos hacerlo”, dijo Fernández en su mensaje al país.