Representantes de instituciones públicas y privadas regionales pedirán al Congreso Nacional la articulación de rutas y redes ferroviarias para conectar los puertos de San Antonio Este y Rosales por Bahía Blanca con Jujuy, surcando el medio del territorio argentino. La intención es favorecer el transporte de cargas y operaciones comerciales a largo plazo.
El planteo se realizará a través del Comité Ejecutivo Interportuario Norpatagónico –de reciente creación- y la Asociación Intermodal América del Sur para que esa decisión se tome mediante una ley. La intención es que todas las rutas, desde la nacional 251 hasta la 34 en Jujuy, cambien de nombre y pasen a llamarse 50.
“Sin hacer comparaciones odiosas sobre el emplazamiento de esta nueva conexión central, esto es como la famosa ruta 66 en Estados Unidos porque le dará valor e identidad propia como si fuera la 40 que va por la cordillera”, afirmó Jorge Cerutti, presidente del Ente Corredor Bioceánico Patagónico y miembro del CEIN.
Si bien aclaró que se trata de políticas a largo plazo, destacó el interés porque ese vínculo puede ligar también por vía ferroviaria el corredor bioceánico a Chile, los puertos de salida marítima de San Antonio Este y bahiense “acomodando con apoyo de la Nación un tramo de 200 kilómetros y reparando un puente en Córdoba”.
El Tren Patagónico
Además señaló la importancia de que se destrabe con la Nación la negociación para que Tren Patagónico reciba la concesión del tramo Patagones-Bahía Blanca porque “resulta fundamental” para el desarrollo del nuevo sistema.
Tanto CEIN como AIMAS detectaron necesidades en el envío al complejo petrolero neuquino de Vaca Muerta de 40 millones de toneladas métricas de áridos en 10 años, con ventajas comparativas si se traslada desde San Antonio Oeste por vía férrea.
La Cámara de la Construcción y empresas del ramo expresaron su interés en utilizar el ferrocarril como medio de transporte para proveer los insumos necesarios para su actividad, en particular el cemento proveniente de Olavarría y ladrillos cerámicos fabricados en el Alto Valle.
Asimismo, está latente por parte de operadores logísticos la necesidad de mover cargas de alimentos no perecederos en sentido norte-sur con el fin de abastecer de estos productos a la Patagonia y en sentido inverso el requerimiento es por parte del sector minero no metalífero que moviliza una producción de 1,5 millones de toneladas anuales.
Para consolidar estas iniciativas se conformó recientemente el CEIN. Quedó constituido con la presencia de Cerutti, Jorge de Mendonza por AIMAS y representantes de municipios y sus sistemas portuarios desde Coronel Rosales, en la provincia de Buenos Aires, hasta San Antonio Oeste más la zona franca de Bahía Blanca.