En una jornada que transcurrió sin inconvenientes, el oficialismo provincial Juntos Somos Río Negro retuvo la gobernación con el triunfo de Arabela Carreras con el 51,98% de los votos, que superaron al 35,32% del candidato del Frente Para la Victoria (FPV) Martín Soria.
Según pudo saber El Cronista, desde el kirchnerismo ya felicitaron a la ganadora, cuando ya fueron escrutadas el 80,5% de las mesas. Por su parte, Cambiemos presentó a una radical como candidata, la diputada nacional Lorena Matzen, que quedó tercera con el 5,72% de los votos y también reconoció el triunfo del oficialismo rionegrino.
El Presidente Mauricio Macri también congratuló a Carreras, según comentó el actual gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck. Además, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, felicitó a la ganadora por medio de su cuenta de Twitter.
“Felicitaciones a Arabela Carreras por ser la nueva gobernadora electa de Río Negro. Desde el Gobierno Nacional vamos a seguir dialogando y trabajando juntos para mejorar la calidad de vida a todos los rionegrinos”, expresó el ministro.
No a la re-re Hace solo un par de semanas la Corte Suprema de Justicia impidió a Weretilneck volver a presentarse para continuar en el cargo que ostenta desde 2012.
Rápidamente se preparó otra fórmula, encabezada por Carreras, quien era la ministra de Turismo provincial. Este espacio político provincial, llamado Juntos Somos Río Negro, surgió cuando Weretilneck rompió con el peronismo tras acceder a la gobernación.
Había sido electo vice en 2011, en la fórmula con Carlos Soria. Tras el asesinato de Soria, solo tres semanas después de acceder al poder, Weretilneck asumió como gobernador, y en 2015 fue ratificado en las urnas.
La mayor oposición para el oficialismo provincial viene del Frente para la Victoria. El candidato es Martín Soria, intendente de General Roca e hijo justamente del fallecido Carlos.
Los sondeos en la provincia indicaban que Weretilneck era el favorito para obtener un nuevo mandato. Sin embargo, al no poder competir parece haberse equilibrado la disputa, ya que no le trasladaría todos sus adeptos a Carreras, quien tiene un bajo nivel de conocimiento y empezó la campaña hace solo diez días. Soria tenía una base electoral importante, ya que es jefe comunal de Roca, la segunda ciudad más poblada de la provincia (la primera es Bariloche).
Sin embargo, al igual que sucede con el kirchnerismo a nivel nacional, sufrió a la vez el impacto de una alta imagen negativa. El fin de semana pasado hubo un nutrido grupo de dirigentes radicales mujeres que viajaron a Bariloche para dar su apoyo a Matzen.
Había legisladoras nacionales, parlamentarias del Mercosur y autoridades partidarias. Igualmente, los sondeos previos indican que no tiene un alto nivel de conocimiento y que su candidatura no termina de despegar como para alcanzar a Carreras o Soria.
El espejo de Neuquén Las elecciones de Río Negro fueron las segundas en las que se eligió a un gobernador en este año. Del otro lado del Río Limay los neuquinos votaron el pasado 10 de marzo. Se impuso el oficialista MPN y fue reelecto Omar Gutiérrez.
En segundo lugar se ubicó Ramón Rioseco, de Unidad Ciudadana, y en tercer lugar quedó Horacio “Pechi” Quiroga, radical de Cambiemos. En aquel entonces hubo algunos entredichos dentro de Cambiemos. Es que algunos radicales interpretaron que desde el gobierno nacional no se hizo campaña por el propio candidato para que no le saque votos al MPN, lo que podría haber facilitado la elección para el candidato kirchnerista.
Es que el MPN, al igual que la fuerza de Weretilneck, no ha tenido un mal diálogo con la administración de Macri y han acompañado varias iniciativas en el Congreso nacional. Por eso es que ante el “riesgo” de una victoria kirchnerista se habría preferido el status quo con una fuerza provincial dialoguista. De esta forma, se repitió un escenario parecido en Río Negro: una fuerza provincial que busca seguir en el poder, el kirchnerismo con posibilidades de pelear y Cambiemos relegado.
Es decir, un nuevo granito de arena de derrotas electorales provinciales para el Gobierno, que apuesta a que en junio comience a mejorar su suerte en las urnas.
Fuente: El Cronista