Más de 17 horas después de haber conseguido convertir en ley la cuestionada reforma previsional, Cambiemos logró que la reforma tributaria, otro de los proyectos impulsados por la Casa Rosada para fin de año, obtuviera la aprobación en la Cámara de Diputados.
La votación, corolario de una sesión que había comenzado a las 17 de ayer, resultó con 146 votos a favor, 77 en contra y 18 abstenciones.
En medio de una renovada ola de cacerolazos, uno de ellos alrededor del edificio del Congreso, el interbloque oficialista consiguió el apoyo de otros bloques para darle media sanción a la iniciativa, que incluye el revalúo impositivo.
La comisión de Presupuesto de la Cámara alta tomará el proyecto hoy desde las 13:30 para avanzar con la discusión. Será entonces el primer debate del que participará la expresidente y senadora Cristina Kirchner, quien integra ese cuerpo. La intención del Gobierno es que la iniciativa se convierta en ley el miércoles 27.
Cooperativas y mutuales, desafectadas de Ganancias
No obstante, los legisladores se aprestaron a discutir ciertos artículos y resolvieron ciertas modificaciones. La oposición aunó su rechazo al artículo que propone gravar con el impuesto a las Ganancias a cooperativas y mutuales, pedido ante el que Cambiemos cedió. Así, los artículos 23 y 24 de la reforma fueron descartados.
“Tenemos cajas y cajas con tres mil pedidos de cooperativas y mutuales para que no les cobren Impuesto a las Ganancias. Está conceptualmente mal. Las cooperativas y mutuales no tienen ganancias”, avisó apenas empezada la discusión el ex ministro de Economía y diputado del PJ-Frente para la Victoria, Axel Kicillof.
Lo respaldó Diego Bossio, del bloque Justicialista: “No están dadas las condiciones políticas para gravar al cooperativismo”, señaló. El Frente de Izquierda se sumó a esa postura.
Otro punto de discusión para los bloques opositores pasaba por la baja en los aportes patronales, que fue cuestionada por sus efectos en el pasado y por alcanzar a grandes y pequeñas empresas por igual. “La mayor parte de estas ideas ya se probó en décadas anteriores y fracasaron rotundamente. No sirven para lo que están diseñadas pero sí para otras cosas. Esta reforma le perdona impuestos a los que más ganan e intenta trasladar esa carga tributaria a los consumidores”, señaló Kicillof.
El economista del Frente Renovador, Marco Lavagna, reclamó “aprender de la historia y de los errores” y advirtió que esa decisión “puede traer problemas hacia adelante”. “Se pueden tomar algunos recaudos, pero no pensemos que va a ser la baja de aportes patronales lo que va a permitir crear puestos de trabajo”, subrayó.
Los opositores remarcaron que una medida de ese tipo contribuirá a desfinanciar la Anses, cuya situación fue parte del debate por la reforma previsional.
Coincidió el exministro de Economía y exembajador en Estados Unidos, Martín Lousteau. “Para que la Argentina crezca, para que pueda pagar mayores salarios, para que baje la informalidad y haya menos pobreza, hay que encarar la productividad del sector público” advirtió.
A pesar de los cuestionamientos, el titular de la comisión de Presupuesto, el macrista Luciano Laspina, se entusiasmó al defender la iniciativa. “Estamos ante la reforma más ambiciosa y profunda que se ha hecho en las últimas décadas”, aseguró. Y definió los cinco principales objetivos de la reforma: “incentivar la inversión, formalizar el mercado laboral, mejorar la competitividad, mejorar la equidad y la eficiencia del sistema tributario y luchar contra la evasión”.
Fuente: El Cronista