El monto que el Gobierno aspira a restarles a las jubilaciones en 2018 con la reforma previsional es casi el doble de todo lo que se invirtió hasta ahora en la Reparación Histórica desde su implementación, hace casi un año y medio.
El total destinado a ese programa entre julio de 2016 y octubre de 2017, en concepto de retroactivos e incremento de haberes, suma 36.531 millones de pesos, según información confirmada a LA NACION por la Anses, mientras que el Gobierno pretende ahorrarse entre 60.000 y 70.000 millones de pesos con el cambio del índice de movilidad.
El resultado final dependerá de la inflación de 2018. Si se cumpliera la meta de ahorro proyectado en jubilaciones para el año que viene, la cifra equivaldría además a los recursos previstos para la Reparación Histórica en el presupuesto 2018. Son 69.773 millones de pesos. Para ejecutar esos fondos, sin embargo, el programa debería llegar a alrededor de 2 millones de beneficiarios, un número muy superior al actual.
La cifra vigente fue brindada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su último informe ante el Congreso, el 1º de noviembre. Son 1.154.393 haberes reajustados, sobre un total de 6.500.000 jubilados y pensionados. Esos datos confirman que, transcurridos 16 meses, el programa dista de alcanzar los resultados prometidos: empezó a cobrar menos de la mitad del universo estimado durante el debate de la ley y el porcentaje promedio de aumentos quedó por debajo de lo calculado.
El porcentaje promedio de aumento de los que recibieron el beneficio es del 33,5 por ciento, pese a que el Gobierno sostuvo que sería de un 35, 40 o 50 por ciento, según el grupo al que perteneciera el jubilado: sin causa en trámite, con juicio iniciado o con sentencia firme, respectivamente. En septiembre, el haber promedio de los que recibieron el beneficio pasó de 11.131 a 14.860 pesos. El porcentaje promedio, no obstante, viene subiendo: hace 6 meses no alcanzaba el 25 por ciento.
“De parte del oficialismo hubo una sobreestimación de los efectos que tendría el programa y de parte de la oposición, una subestimación”, dijo a LA NACION Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la ciudad de Buenos Aires. “El que lo cobra, aunque tenga un aumento del 20 por ciento, está contento, pero la cantidad de beneficiarios se frenó porque no se tuvieron en cuenta las dificultades operativas: muchos de los expedientes deben revisarse a mano”, agregó. Para el experto en derecho previsional Christian D’Alessandro, asesor de la diputada massista Mirtha Tundis, no es esperable que el Gobierno alcance la meta de 2 millones de haberes reajustados. “En los últimos 6 meses la cifra de beneficiarios creció muy poco. Además, la mayoría tuvo aumentos por montos pequeños, de menos de 1000 pesos”, cuestionó. Los últimos datos oficiales proporcionan un panorama más positivo. Dos tercios de los beneficiarios tuvieron una recomposición equivalente a entre un haber mínimo y un haber mínimo y medio, de acuerdo con el momento en que le dieron el alta al reajuste. Hoy, la jubilación mínima es de 7246,64 pesos.
Sólo el 1,4 por ciento de los reajustes por Reparación Histórica fue igual o menor que un haber mínimo. “Unas 400.000 personas salieron de la jubilación mínima gracias a la reparación”, destacó Semino. El defensor de la Tercera Edad advirtió que si desde el año que viene se ajustan los haberes por inflación “el jubilado no va a poder recuperar los 10 puntos que perdió en 2016, ya que la inflación en la canasta del jubilado tiene más impacto que a nivel general”.
Fuente: La Nación