Las exportaciones de harina de soja superaron los 6,5 millones de toneladas en el primer trimestre, con lo que marcaron un nuevo récord, según un informe sectorial difundido hoy.
En marzo rozaron los 2,3 millones, en febrero fueron de casi 1,9 millones y en enero estuvieron al borde de los 2,4 millones.
La Argentina dispone de la mayor capacidad instalada de procesamiento de soja orientada a la exportación de aceites y subproductos, por encima incluso de Brasil y Estados Unidos.
Pero a pesar de ello, “se ha perdido terreno con relación a los países competidores, por la carencia de políticas activas que promuevan la producción de soja y su industrialización, y el incremento de la carga tributaria”, advirtió un informe de la de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC).
Los autores del informe indicaron que el objetivo de la industria es “procesar en la Argentina todo el volumen de soja posible, para exportar empleo argentino e industrializar el agro”.
“Competir con el mundo actual es complejo, más aún cuando se venden productos procesados. Por eso es importante políticas activas a favor del agregado de valor, que nuestros competidores sí tienen, como es la carencia de retenciones, por ejemplo”, dijeron.
Por otra parte, señalaron que la liquidación de agro-divisas en abril 2021 fue de 3.031 millones de dólares, superó en el 100% las divisas ingresadas en el mismo mes de 2020 y fue mayor en un 9,29% con respecto a marzo del corriente año.
Sin embargo, el dato más relevante es el récord histórico absoluto alcanzado en el ingreso de divisas, por un total acumulado 9.755 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2020, superando en US$ 1.707 millones el segundo récord alcanzado en el 2016, cuando ingresaron divisas por US$ 8.048 millones. (NA).