Nada mejor que recibir al invierno con un buen “Risotto verde con pollo”, o una suculenta “Cazuela de mondongo con papas” previamente amenizado el hambre con una “Crema de choclo y calabaza”; o con unas “Esferas crocantes de carne y avena” propone Berreteaga en la edición de Atlántida.
“Este nuevo libro, que no tiene un título común, me pareció interesante porque es un compendio de recetas para realizar todo el año”, comenta la cocinera en una entrevista con Télam.
“Para un día fresco como los que estamos transitando -recomienda- hay que sumar calorías. Las recetas reunidas en el libro son fáciles de hacer y no tienen un costo alto, porque hoy hay que cuidar el bolsillo”, confirma María Esther Brañeiro.
Nacida en Buenos Aires en 1934, el apellido con el que se hizo famosa lo obtuvo de su marido, con quien se casó en 1955.
Con una familia de origen español acostumbrada a grandes comidas y agasajos entre seres queridos, la cocina siempre estuvo presente en su vida; pero como su mamá prefería tenerla lejos, la pequeña Choly decidió inscribirse por su cuenta en un curso al que asistió después de clases durante dos años.
“Mi mamá me dejó asistir al curso porque la docente vivía cerca de casa. Casi al finalizar la cursada la maestra me pidió que sea su ayudante y acepté encantadísima”, recuerda con orgullo a la vez que agrega: “Es una lástima que no existan ese tipo de escuelas porque era una salida laboral muy importante”.
Ese curso la llevó a tener una carrera dentro de los medios de comunicación, fue en 1963 que comenzó su labor televisiva, de la que rescata una anécdota que todavía la hace reír.
“Estaba haciendo una mousse y tenía que poner en la heladera y sacar la que había realizado previamente para desmoldarla en cámara, pero la heladera nunca se abrió. ¡Casi me muero de un infarto porque en esas épocas no se grababa nada, todo iba en vivo!”, recuerda entre risas. Luego pasó a ser la cara icónica de la cocina en el canal de cable Utilísima y dictó clases en numerosas ciudades del país.
“Tengo más de 20 libros y a cada uno lo hago con mucho amor y esmero porque me gusta llegar a la gente. Ahora mucho más –agrega- porque que cocinan tanto hombres como mujeres”.
“Este es un trabajo muy especial porque repasando mi carreta recopilé mis mejores recetas –comenta-. Las organicé según las estaciones del año y por supuesto incluí clásicos, los que hacen historia y nunca pasan de moda”.
Berreteaga propone en este volumen 10 menús por cada estación del año, que incluyen entrada, “compañía”, plato principal, postre, “la perlita” y “el clásico”, donde la cocinera desarrolla sus estrategias de reconocida ecónoma y ama de casa.
“Para mí –dice Choly- es un don saber cocina, hacer un plato rico y humeante con pocas cosas y llevarlo a la mesa es todo un don, porque ¡hay que saber utilizar el ingenio y creatividad con lo que hay en la cocina!”.
¿Cómo ve la explosión de competencia de cocina en la pantalla? “Respeto mucho a mis colegas, algunos los hacen bien y otros no tanto, pero lo que no me gusta que traten de brillar más que la receta. Lo que tiene que brillar es lo que se cocina, no el cocinero”, sentencia.
“Otra de las cosas que me gustan es ver que los chicos se relacionan más con la cocina y eso los ayuda a tener una buena relación con lo que comen, porque aprenden qué ingieren. Siempre les aconsejo a las mamás que los hagan pelar una cebolla o picar ajo y perejil, cosas simples pero que enseñan muchas cosas y además los mantiene entretenidos un rato largo”, asegura.
A sus 87 años y con una larga trayectoria que se extiende tras sus pasos, humildemente rescata que aún se sigue encontrado con mujeres que guardan alguna de sus recetas y le piden algún secreto, “lo único que les digo como el gran secreto es: Cocinen con amor”.
Fuente: Télam.