La Argentina tiene más de 5000 kilómetros de costa pero no aprovecha la fuerza del mar para generar energía, algo que es posible tanto a partir de las mareas (energía mareomotriz) como del oleaje (undimotriz). Una empresa marplatense, QM Equipment, se puso en la cresta de la ola al lanzar el primer proyecto a escala de energía undimotriz en el país.
El desarrollo comenzó hace dos años, cuando la firma, creada en 2004 como fabricante de equipos para la industria petrolera, decidió diversificar su negocio hacia las renovables y para esto firmó un acuerdo con el grupo de investigación undimotriz de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
“La inversión proyectada es de $ 4 millones, y trabajarán 40 personas”, comentó a El Cronista la ingeniera Sofía Díaz Velez, a cargo del proyecto en QM. El primer parque de convertidores que transforman ondas marinas en energía eléctrica, constará de 200 boyas (de 3 metros de diámetro) y tendrá 6 MW de potencia, suficientes para abastecer a 5000 hogares.
“Es una energía poco explorada, pero tiene grandes ventajas, incluso respecto a otras renovables”, explicó Alejandro Haim, del departamento Undimotriz de la UTN Regional Buenos Aires. “Su densidad energética es superior a la eólica y solar, y se puede instalar en cualquier zona costera con olas de más de 50 centímetros, desde San Clemente a Tierra del Fuego”, detalló. Además se basa en ondas marinas que son más predecibles y constantes que el viento, y pueden trasladarse grandes distancias con pérdidas mínimas de energía.
En el caso de los convertidores desarrollados por los investigadores de la UTN para QM, “se trata de un prototipo adaptado al tipo de oleaje local, que se basa en boyas flotantes, diferentes a las que se fabrican, por ejemplo en Australia, que van sumergidas a 30 metros”, destacó Díaz Velez.
Aunque esta forma energética aún no fue contemplada en las licitaciones del plan Renovar, el objetivo de la firma marplatense es desarrollar parques o granjas undimotrices para comercializar la energía a empresas y municipios, una vez que se apruebe la Ley de Energía Distribuída. A partir de otra ley, la de Energías Renovables, para fin de año un 8% de la electricidad consumida en el país deberá provenir de fuentes limpias.
Fuente: El Cronista