Como ejemplo, el titular de El Corsario, Gustavo Tonello, expuso que el envío de rayas hacia Corea por Mar del Plata le representa un ahorro de 250 dólares por contenedor.
El desafío de aumentar y diversificar la carga que se exporta por el puerto de Mar del Plata volvió a convocar a diversos actores. El encuentro tuvo lugar este jueves en el Parque Industrial, más precisamente en la planta de Pharmamerican Laborarorios.
El salón ubicado en el primer piso recibió al presidente del Consorcio Portuario, Martín Merlini; su par del Parque Industrial, Ignacio Meza; el directivo de TC2, Emilio Bustamante, la autoridad de Aduana, Carlos Caballero; y el secretario de Producción municipal, Massimo Macchiavello, entre otros.
Como interlocutores estuvieron los representantes de algunas firmas que operan en ese predio, tal el caso de Cabrales, a las que se sumaron otras como Toledo, Fubao y El Corsario, pesquera que ya comenzó a canalizar sus exportaciones de rayas por la estación marítima local.
“Tenemos que convertirnos en el nodo logístico de la región. Tenemos cosas por mejorar, pero estamos para escuchar y aportar soluciones (…) Como Consorcio, tenemos que ser facilitadores del comercio exterior”, explicó Merlini en el arranque del desayuno de trabajo.
Durante el 2017, las navieras tuvieron 49 escalas en Mar del Plata, casi una por semana. Según datos aportados desde TC2, esa frecuencia permitió el embarque de 4.086 contenedores, con un salto interanual del 9,1 por ciento.
Ahora, la meta es convertir esos números en un piso; es decir, a la carga que genera básicamente la industria pesquera (pescados, mariscos y harina de pescado) añadirle otros sectores productivos no sólo de la ciudad, sino también de la zona.
Regularidad en el servicio
En diciembre, ya se había firmado un convenio de colaboración ente el Parque y el Consorcio que ahora podría sumar un condimento: Merlini anticipó que aquellos que exporten por primera vez desde Mar del Plata tendrán descuentos en las primeras diez operaciones.
Por su parte y como señal de la regularidad que está teniendo el trabajo, Bustamante destacó que en abril hubo ocho recaladas de buques portacontenedores y que en mayo MSC tendrá un barco por semana: “Eso nos da tranquilidad”, definió.
La respuesta de las navieras obedece en parte a la posibilidad de que se sume otra de origen chino a la operatoria en la ciudad. La eventual amplitud de la oferta atenuaría la posición dominante del tándem Maersk-MSC en el negocio.
“La pesca ha sido el principal usuario de la terminal; pero tenemos la intención de acercar a otros sectores. Venimos a trabajar para acercar a más industrias”, recordó Bustamante, quien mencionó los incipientes casos de Materia, Cabrales y Havanna.
En tanto, Caballero apuntó a la disposición de la Aduana para atender el crecimiento de la demanda: “Nos ponemos a disposición para que los empresarios utilicen la ventaja comparativa que significa tener una delegación local de Aduana”, dijo.
Lupa sobre las problemáticas
El plan de crecimiento se topa con dos cuestiones: el costo del flete marítimo que cobran las navieras cuando la mercadería sale por Mar del Plata (para algunos empresarios es un 30 por ciento más caro que en Buenos Aires) y la necesidad de apuntalar la regularidad en el servicio.
Sin embargo, Bustamante aclaró que superados algunos baches del verano, el costo final de la operatoria, más la seguridad y la agilidad que brindan los muelles locales, resultan menores en la comparación con la terminal porteña.
Como ejemplo, el titular de El Corsario, Gustavo Tonello, expuso que el envío de rayas hacia Corea por Mar del Plata le representa un ahorro de 250 dólares por contenedor, aún cuando maneja un volumen relativamente acotado de 60 contenedores por año.
“Si todos tomamos la decisión de exportar por Mar del Plata, vamos a poder achicar los costos”, dejó como mensaje Bustamante. Hacia adelante, la intención de las partes es generar una mesa para discutir regularmente los números de la actividad.
Fuente: Nuestromar