El Gobierno promulgó la Ley de Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública. Lo hizo a través del Decreto 1075/2017, publicado este miércoles en el Boletín Oficial.
La norma fija “las condiciones jurídicas y contractuales para la generación de energía eléctrica de origen renovable por parte de usuarios de la red de distribución, para su autoconsumo, con eventual inyección de excedentes a la red”, de acuerdo a lo que estípula su articulado.
Además, establece “la obligación de los prestadores del servicio público de distribución de facilitar dicha inyección, asegurando el libre acceso a la red de distribución, sin perjuicio de las facultades propias de las provincias”.
Las políticas de incentivos para que los usuarios instalen equipamiento que permita producir electricidad serán implementadas a través del Fondo Para la Generación Distribuida de Energías Renovables (FODIS).
El FODIS podrá proveer recursos y otorgar préstamos, subsidios o bonificaciones, así como fijar incentivos a la inyección o bonificaciones para la adquisición de sistemas de generación, o incluso financiar la difusión, investigación y desarrollo relacionadas a las posibles aplicaciones de este tipo de tecnologías.
La ley también contempla la creación de un fondo para el fomento de la industria nacional asociada (FANSIGED), cuyas actividades serán “investigación, diseño, desarrollo, inversión en bienes de capital, producción, certificación y servicios de instalación para la generación distribuida de energía a partir de fuentes renovables”.
Una oportunidad para un sector relegado
En la Argentina las energías renovables no tienen todavía un espacio significativo, solo el 2% de la generación eléctrica proviene de recursos renovables.
Sin embargo, se espera que esto cambie a muy corto plazo producto de la aplicación de la nueva Ley de Energías Renovables, sancionada a finales del 2015, que estableció ambiciosos objetivos de consumo eléctrico de fuentes renovables.
De acuerdo al nuevo marco normativo, la Argentina deberá contar con el 8% del consumo de energía eléctrica de fuentes renovables para diciembre de 2017 (que se fiscalizaría en diciembre de 2018) y deberá alcanzar al 20% para 2025.
Las ventajas de impulsar la generación distribuida no se resumen solamente en ampliar la oferta de energía renovable para cumplir con la ley. Se trata de una alternativa que reduce la necesidad de obras en las redes de transporte de energía eléctrica, que favorece las inversiones nacionales, que moviliza mano de obra local, que impulsa la investigación y desarrollo y que puede inducir la fabricación local de componentes para los pequeños parques de generación eléctrica.
Fuente: El Cronista