Luego de su travesía por las Islas Malvinas, donde pudo cumplir parte de sus objetivos deportivos y recorrer sitios históricos en vísperas de otro aniversario del 2 de abril, el nadador Gabriel Lucero revivió la experiencia en nuestra primera emisión radial de la semana.
“El 12 (de marzo) llegamos a Río Gallegos y nos fuimos juntando con todo el grupo de nadadores para llegar el 14 a las Malvinas. La prueba consistía en una semana de estadía en las islas y distintos recorridos puntuales”, reflotó Lucero.
–¿Cómo fue la llegada a las islas y los primeros movimientos?
–Lo primero fueron unos nados cortos para aclimatarnos a lo que iba a ser la prueba principal de aguas abiertas. En el viaje y, luego en el hotel, compartimos la estadía con ex-combatientes de Malvinas.
“Uno de los momentos más emotivos fue la recorrida por el Cementerio de Darwin, donde se hizo una ceremonia. Allí, cada uno dijo por qué fue y el momento se hizo emotivo. Estuvimos en el lugar donde se hizo el desembarco del 2 de abril y en el Monte Longdon, una de las batallas más feroces de la guerra, y esos momentos para mí fueron muy emotivos”, destacó Lucero.
–¿En qué momento la cuarentena y las medidas preventivas por el coronavirus empezaron a influir en el viaje?
–En los días previos a realizar la prueba principal de los 3 mil metros empezamos a escuchar rumores de que iban a cerrar Tierra del Fuego y cosas por el estilo. Como estábamos recorriendo el lugar durante el día, no estábamos al tanto de lo que pasaba en el país.
“En el momento, a un día de la prueba, tener que cambiar los pasajes y volvernos antes causó mucha tristeza. Yo lo tomé con paciencia. He conocido gente que se preparó 3 años para nadar en el Canal de la Mancha y justo ese día por mal clima no pudieron nadar. Todo pasa por algo”, aseguró.
“Cuando retorné a mi casa, automáticamente me puse en cuarentena y tomé dimensión de lo que estaba pasando. Ahí sentí que la decisión que habíamos tomado era la correcta. Nadar podemos hacerlo en otro momento. Llegar allá me llevó 2 años de preparación y siento que fue muy satisfactorio haber llegado a Malvinas”, concluyó Gabriel.