Los aumentos de los combustibles en lo que va del año impactaron de lleno en el consumo de naftas. Un informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (CECHA) reveló que el expendio de naftas premium refleja una “paulatina retracción” en su participación en el mercado de combustibles.
Lo cierto es que la caída se acentúa desde hace cuatro meses. De acuerdo al relevamiento de la cámara empresaria en marzo de 2018 la demanda de nafta premium fue 9,16% mayor que en marzo 2017, mientras en junio último esa diferencia fue de apenas 0,28%.
En contraste, CECHA puntualizó que los precios para la nafta súper subieron 4,41% interanual en marzo de 2018 y 4,96% en el interanual de junio. Explicó que si se mira el consumo de naftas en junio con respecto a mayo, hubo una caída en el consumo del 2,95%.
De acuerdo con el informe, hace un año la diferencia entre la versión premium y la súper de una compañía era del 13%, en la actualidad esa brecha se amplió al 19%. CECHA señaló, en un comunicado, que las naftas premium “experimentan una paulatina retracción en la participación de mercado de consumo de combustibles líquidos”. En contraposición, “viene recuperando terreno la nafta súper, de menor calidad pero también menor precio”, según la entidad.
Además, evaluó que de producirse un nuevo aumento en los combustibles en los próximos días, “habrá que observar si esa estrategia comercial, común a todas las marcas, se mantiene o, al calor del cambio en el comportamiento de los consumidores, las compañías también realizan modificaciones”.
En cuanto al gasoil, la entidad empresarial indicó que “se observa un comportamiento similar: mientras que los de grado 2 se recuperan, las versiones premium se retraen”. Pero aclaró: “En el fuerte incremento del gasoil G2 que muestra junio, debe considerarse el impacto de una actividad agrícola que se reactiva luego del freno ocasionado por la sequía”.
CECHA afirmó que en el mercado de combustibles “se está produciendo una migración de los consumidores de los combustibles tipo premium a los de menor calidad, principalmente en las naftas, donde no incide la demanda de las actividades económicas del agro o el transporte”.
“Sin dudas, estamos frente a un escenario donde el aumento sostenido de precios en surtidor ha comenzado a impactar en el comportamiento del publico. Si durante 2017 el consumo mostró preferencia por los premium, fundamentalmente como consecuencia de la renovación del parque automotor con tecnologías que exigen combustibles de mayor calidad, ya para el inicio del segundo trimestre de 2018 esa tendencia evidenciaba signos de agotamiento”, dijo la entidad.
Fuente: Ambito