La tasa de interés de referencia del Banco Central bajó de 73% en octubre pasado a menos de 44% esta semana. Esa caída comenzó a replantear las alternativas de inversión para quienes quieran sacar un rédito de su ahorro.
Pese a los cambios, para los especialistas consultados por LA NACION no es tiempo todavía de tomar decisiones drásticas, pero sí de comenzar a achicar el porcentaje del portafolio en moneda nacional. Más aún para los pequeños inversores que tienen una mayor proporción de su patrimonio comprometido y no están dispuestos asumir riesgos.
“La teoría diría que en este contexto sí se van a desarmar los instrumentos en pesos para ir hacia otros en dólares, porque tenés una disminución de la renta y un aumento del riesgo. Pero, en la práctica, creo que lo que ocurra estará determinado por la sensación de estabilidad que se tenga o no”, anticipa María Laura Tramezzani, managing partner de Action Advisory Group (AAG). “A pesar de la baja, seguimos hablando de unas tasas fenomenales y si el tipo de cambio no se mueve o se mueve muy poquito, el desarme de los pesos va a tener que ver con la percepción de riesgo”, agregó.
¿Cómo invertir los ahorros en este contexto? Tramezzani dice que lo principal es preguntarse para qué se necesita esa plata. “Si no tengo comprometidos los pagos y lo que estoy haciendo es un ahorro de corto plazo, donde estoy dispuesto a asumir riesgos, el ahorro en pesos es lógico. Ahora, si es el único ahorro que tengo (y no importa el monto, sino cuánto significa en mi patrimonio) lo primero es preservar el valor real de ese dinero, y la moneda de ahorro por excelencia es el dólar”, apunta.
Para Diego Demarchi, gerente de Wealth Management de Balanz, no se está viendo todavía un movimiento masivo al dólar. “Mucha gente piensa en ir contra la inflación y no contra el dólar. Entonces, si la tasa de referencia está en torno al 40% y la inflación estimada es de 30% para este año, sigue siendo muy interesante. Cuanto más se acerque la tasa al 30%, o cuanto más se tenga la sensación de que la inflación va a ser superior, más se empieza a mirar hacia el dólar”, dijo.
Según sus previsiones, los inversores seguirán estando cómodos en pesos por lo menos hasta fines de abril -período en que ingresarán dólares de la cosecha, se conservarán las tasas altas, y no se esperan un salto abrupto del tipo de cambio- y es probable que después, con una volatilidad intensificada por un escenario político incierto, comiencen a volcarse a la moneda extranjera.
Según apunta Diego Falcone, head portfolio manager de Cohen, para aquellos inversores que tienen una mayor tolerancia al riesgo es recomendable, todavía, mantener sus instrumentos mayormente en pesos. “De todos modos, si a principio de año tenía el 80% de la cartera en pesos, ahora bajaría a 60%”, apunta. Para los inversores minoristas que buscan una seguridad mayor, invertiría la proporción: “60% en dólares y 40% en pesos”.
“Lo que estamos recomendando es comparar algunos instrumentos en dólares y vender futuro, lo que te produce una tasa de interés más atractiva que invertir directo en pesos”, expone Falcone, y agrega: “El plazo fijo hoy te deja muy poco margen. Si la inflación es 35% en vez de 30% e hiciste un plazo fijo de un año a 37%, te queda poca ganancia. Entonces, recomendamos ir a instrumentos que den protección ante un error de diagnóstico”.
“Nosotros recomendamos desde fines del año pasado posicionarse más en peso, y lo vamos a seguir sosteniendo a corto plazo”, apunta Gustavo Neffa, socio y director de Research for Traders. ¿Por qué? “Porque tenemos por delante una gran liquidación de cosecha con afluencia de divisas, que contrasta a su vez con una menor demanda por la destrucción de las importaciones. Además, hay muchos dólares financieros que vuelven a pisar la Argentina en busca de retornos altos y porque, si bien bajó mucho, 44% de tasa es todavía un ‘tazón’ en un contexto de dólar estabilizado”, apunta. “El tipo de cambio es la variable incógnita y uno prevé que va a saltar en algún momento, pero por ahora no es tiempo de dolarizar fuerte los portafolios”.
Si tuviera un monto de $10.000 para invertir, Neffa iría hacia fondos de renta fija a devengamiento. Con volúmenes de dinero más altos, se volcaría a instrumentos cortos como las Lecap en pesos y, para aquellos más riesgosos, bonos atados al CER (que ajustan por inflación) como el TC20 y TC21. También la alternativa de inversión ajustable por Badlar (tasa de interés por depósitos a plazo fijo superiores a un millón de pesos).
Según apunta José Ignacio Bano, gerente de Inversiones de Invertir Online, en un contexto de tasas en pesos bajando y un tipo de cambio planchado, el costo de oportunidad de la inversión en plazos fijos en pesos es cada vez mayor. “Si vos antes tenías tasas cercanas al 50% de plazos fijos, estabas invirtiendo -redondeo- al 4% mensual, necesitabas que el dólar se te escape 4% en el mes para salir perdiendo -detalla Bano-. Ahora que vemos plazos fijos cerca del 35% estás invirtiendo al 3% mensual, con lo cual necesitás que el dólar suba menos para que vos ya pierdas contra el dólar”.
Frente a esta situación, se plantea cada vez con mayor fuerza la necesidad de proteger el portafolio aumentando su proporción en dólares. La alternativa de inversión en dólares que Bano ve mejor son las Letes. También el bono dual A2J9 o, para alcanzar rendimientos mayores, Bonar 2020, Bonar 24 y Bono Discount (DICA). “Todo lo puede adquirir cualquier persona, aun con montos chicos -explica-. Solamente por un tema de diversificación y control del riesgo sería recomendable para quien tenga, por ejemplo, $10.000, mantenerse en fondos comunes de inversión, que tienen un pool de distintas colocaciones”.
Fuente: La Nación