“No haremos control de precios porque no creemos en el control de precios. Sí trabajaremos con todos los mecanismos que se puedan para acordar posibilidades de precios con las empresas, pero no creemos en el mecanismo del control de precios”, enfatizó Peña, en la antesala del encuentro de mañana entre la mesa chica de Pro y los jefes de la UCR.
El funcionario reafirmó, de esa manera, lo que había sostenido anteayer en el informe que envió por escrito a los diputados. “En la historia argentina, el congelamiento de precios regulados resulta fuertemente regresivo, genera una alta carga fiscal que los torna insostenibles y produce distorsiones en la oferta y la demanda de los servicios”, dijo, en referencia a un posible freno en el aumento de las tarifas.
En su exposición de apertura, el jefe de Gabinete sostuvo que el Gobierno había “subestimado el problema de la inflación” y que había fallado “en la elaboración de las metas fiscales”. Pero no reconoció culpas en el crecimiento de la pobreza y, en el momento más tenso de la sesión, señaló al kirchnerismo. “Tenemos la misma pobrezaque en 2015. Esta pobreza no fue construida por este gobierno y ustedes lo saben”, dijo, elevando el tono, al responder a las críticas de la bancada del Frente para la Victoria (FPV), que colocó carteles en el recinto con el hashtag #bastadementir. “Por algo ustedes no resolvieron el problema y nos dejaron esa pobreza estructural sin resolver. Entonces, ¿desde qué indignación nos hablan?”, contraatacó, dirigiéndose a Gabriela Cerruti.
Unos minutos antes, la diputada kirchnerista había dicho que, al pedirle a los argentinos que aguanten, el Presidente estaba privilegiando a las empresas distribuidoras de energía, porque mientras muchos ciudadanos no podían pagar las tarifas, empresarios como “Mindlin [Edenor] y Caputo [Edesur]” habían triplicado sus ganancias. “¿Como podés vivir sabiendo que hay pibes en la ciudad de Buenos Aires que se van a dormir sin cenar?”, lo inquirió a Peña, y agregó: “Ustedes se van en diciembre. Esta etapa va a ser recordada como una etapa muy oscura, y usted y el Presidente van a ser considerados como los grandes responsables”.
Tan duro como Cerruti había estado Darío Martínez (Neuquén), el primer diputado kirchnerista que habló después de una extensa exposición de Peña, en la que repasó las obras públicas desarrolladas por el gobierno nacional en cada una de las provincias. “El 14 de marzo de 2018 nos dijo que el PBI iba a crecer un 3%. Pero tuvo una caída del 2,6%. No sé por qué a Higuaín le hacen esos memes, si es usted la persona que más erra en la Argentina”, le enrostró.
El jefe de Gabinete no dejó pasar ninguna crítica. “No nos vamos a ir en diciembre. Los argentinos no vamos a volver a atrás. Creo que los argentinos van a respaldar el cambio”, dijo, el pronóstico de Cerruti, después de hablarle directamente al exministro de Economía Axel Kicillof, que intentó interrumpirlo fuera de micrófono. “Cínicos son ustedes, porque ustedes decían que la pobreza era menor a la de Alemania. Ustedes mienten al decir que nosotros inventamos la pobreza. La pobreza era igual a la de ahora, pero con una diferencia: ni siquiera tenían la dignidad de medirla”, afirmó. Como remate, apuntó a los carteles colgados en las bancas kirchneristas. “La verdad es que vi ese cartel y me ilusioné. ‘Es una autocrítica del kirchnerismo’, pensé. Pero no.”
El debate recobró temperatura cuando el diputado José Ignacio de Mendiguren (Frente Renovador) criticó la política industrial. “Un gobierno que venía a dar tranquilidad a los mercados, tiene un récord de fuga de capitales. Un nugget de pollo es el maíz transformado en valor. La Argentina exportaba el maíz a 170 dólares la tonelada y lo importábamos en nuggets de pollo a 1200”, sostuvo. Cuando le tocó responder, Peña pidió buscar soluciones a los problemas del país y, después de decir que celebraba las propuestas presentadas la semana pasada por el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, sostuvo que ese programa tenía un costo fiscal de 780.980 millones de pesos, equivalente a 3,9% del PBI.
Fuente: La Nación