Según ese relevamiento, un 41,67% de los participantes priorizaría invertir en bonos atados a la inflación (CER). Un inquietante 38% dijo que al precio actual del Contado con Liquidación prefiere dolarizar sus carteras y un 9,9% daría más importancia a la cobertura contra una devaluación a través de instrumentos dólar linked. Solo un 10% está atento a que haya una reducción de la inflación para apostar por la tasa de interés.
La reunión de trabajo fue organizada por la administradora de fondos MegaQm y de la misma participaron Adrián Rozanski, director de 1816; Gustavo Nefa, director de Research & Trader; Federico Furiase, director de Anker Latinoamérica y Francisco Odone, gerente de Inversiones de Mega Qm.
Los analistas dudan por la permanencia de la sensación de tranquilidad pasajera que se ve en estas semanas, luego de que Sergio Massa llegara al Ministerio de Economía. Estiman que es muy probable que para fines del primer cuatrimestre de 2023 vuelva a plantearse lo que denominan “el problema de la transición” en el año electoral. Es decir, que por acumulación de vencimientos reaparezca el fantasma del “reperfilamiento”.
Furiase señaló que “en un escenario en el que descartamos el salto discreto del tipo de cambio, la inflación tiene un piso difícil de romper y dado que todavía hay tasas reales negativas, la cobertura CER sigue siendo atractiva”. El analista de Anker indicó que “a una misma duration la curva de dólar link está más cara que el CER porque en esa está metido el riesgo de un salto discreto”.
También señala que el dólar de los contratos de futuro que se negocia en el mercado del Rofex “está más caro que el dólar link implícito” en las letras del Gobierno. El economista también considera que si hubiera un salto devaluatorio imprevisto, el traspaso a precios en la economía actual es tan rápido e integral que haría que fuera capturado por la inflación.
Para los especialistas, los bonos duales, que ofrecen ajuste por inflación o por devaluación, están perdiendo atractivo. Los títulos fueron entregados por el Gobierno el mes pasado a cambio de letras que vencían en septiembre, pasando su vencimiento hasta junio de 2023. Hoy ofrecen menor rendimiento que un bono CER común.
Por su lado, Rozanski planteó que en los próximos dos o tres meses “podemos tener un veranito, hasta marzo o abril cuando el mercado pueda volver a preguntarse sobre el riesgo de la transición”. En ese caso, el analista recomienda la cobertura CER. El director de Fondos 1816 advirtió que existe un riesgo de mala lectura del Gobierno sobre lo que implica la tranquilidad que se ha generado en las últimas semanas. “El Gobierno puede estar pensando en aprovechar para hacer un canje y patear vencimientos para 2024. El riesgo es que instale el tema de la transición”, explicó Rozanski.
A su criterio si el Tesoro trata de pasar vencimientos para 2024 con un nuevo swap de bonos, el mercado puede leer que en 2023 va a haber problemas.
En tanto, la encuesta dejó en claro que solo el 5% de los participantes considera “suficientes” las medidas que ideó el Gobierno para sumar reservas, es decir, “dólar soja” más devaluaciones diarias aceleradas. El 68% considera que tendría que devaluar el tipo de cambio oficial y un 26% plantea la necesidad de un desdoblamiento.
Por otra parte, un 32% espera que la inflación se mantenga alta y que siga en incremento y un 43% espera que siga en el mismo nivel que mostró en agosto, con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 7%.
Fuente: Ambito