La publicación reseña que el 2018 ha sido un «año tumultuoso» para nuestro país, a causa de la sequía y la fuerte devaluación del peso que obligaron al Gobierno a solicitar un préstamo de u$s 50.000 millones al FMI. Y aunque recuerda que estos episodios «impulsaron a los inversores a buscar refugio», señala que «estos reveses económicos han creado una oportunidad histórica para comprar barato».
Sobre todo, porque destaca que la economía «está a punto de obtener un segundo viento» favorable por las políticas del Gobierno.
«Las nubes de tormenta han comenzado a despejarse y esta tierra fértil está a la venta», sintetiza el autor del artículo, Thomas Landstreet, que a su vez es cofundador de la consultora de inversiones Trusco Investment Management y gerente de la firma N3L Capital Partners.
En su opinión, «la creación de divisas se ha desacelerado considerablemente, el peso ha detenido su caída y las acciones argentinas están comenzando a reaparecer», a la vez que destaca que «las fuertes lluvias recientes dejaron condiciones ideales para el cultivo de trigo» y grandes perspectivas para las producciones de maíz, cebada y soja en 2018/19, que provocarían «un repunte dramático en las exportaciones agrícolas».
Mayores cosechas y la consecuente disminución de las retenciones a la soja darían lugar a una «explosión» del crecimiento económico, en un escenario de «reducción de la inflación», «exportaciones más competitivas en el mercado global» y «bajo costo de producción».
Landstreet aconseja a los inversores «ver la reciente serie de eventos desafortunados en Argentina como una corrección temporal en una tendencia positiva a largo plazo».
Fuente: Ambito