La Subsecretaría de Hidrocarburos, que encabeza José Luis Sureda, está definiendo los lineamientos de un nuevo programa de estímulo especialmente enfocado al desarrollo de gas no convencional: gas de esquisto (shale gas) de Vaca Muerta y gas de baja permeabilidad (tight gas), cuya extracción es más costosa que la convencional.
La norma que prepara el Ejecutivo vinculará el precio que recibirán los productores que invierten en ese tipo de yacimientos con el valor del Gas Natural Licuado (LNG) que se importa por barco a las terminales de Escobar y Bahía Blanca. A junio de este año, el precio del LNG ya regasificado ronda los US$ 6,50/7 por millón de BTU.
En un principio, el Ministerio de Energía era partidario de implementar un programa de estímulo “proyecto por proyecto”, según el cual la cartera que dirige Juan José Aranguren analizaría cada proyecto de inversión en Vaca Muerta presentado por las empresas y le asignaría un precio diferencial. Pero finalmente esa idea no prosperó.
El nuevo plan de incentivo a la extracción de gas –el principal insumo de la matriz energética-entrará en vigencia el 1° de enero de 2018, una vez que finalice el Programa de Estímulo a la Inyección Adicional de Gas, conocido como Plan Gas. Bajo ese paraguas se firmaron contratos activos hasta el 31 de diciembre de 2017. La intención del Gobierno es publicar la resolución que definirá el nuevo precio del gas en las próximas semanas, a fin de despejar la incertidumbre en la industria en torno a este tema.
No es un tema menor. Algunas petroleras están demorando inversiones en la extracción de shale gas y tight gas en Neuquén por no conocer el precio de venta que tendrá ese fluido. De hecho, para despejar ese interrogante, los principales jugadores del upstream (exploración y producción) solicitaron al Ejecutivo que garantice un precio sostén del gas de al menos US$ 7,50 por MMBTU por los próximos tres años. Sin embargo, el Gobierno optó por esta vía que, desde la óptica de algunos privados, no contribuye del todo a disipar el riesgo económico que implica invertir en yacimientos de gas no convencional en la Argentina.