A pesar de los exitosos canjes de deuda que logró el Gobierno, la cantidad de personas que compraron “dólar ahorro” alcanzó un nuevo pico en agosto. Según los datos publicados este viernes en el balance cambiario del Banco Central (BCRA), casi cuatro millones de argentinos atesoraron moneda estadounidense, una cifra levemente por encima de los 3,9 millones que habían acudido en julio al mercado oficial.
De esta manera, las cifras se mantuvieron 10 veces por encima de las que se percibían antes de la irrupción del Covid-19 en el país, cuando la compra de dólares sumaba un monto total en torno a los u$s70 millones, distribuido entre cerca de 450.000 ahorristas.
En términos netos, la compra del “billete verde” para atesoramiento alcanzó en agosto los u$s728 millones, un resultado explicado por adquisiciones netas de personas por u$s750 millones y ventas netas de empresas por u$s22 millones.
Debido a transferencias de divisas recibidas desde el exterior, la Formación neta de Activos Externos (FAE), que habitualmente sueles equipararse, erróneamente, con la “fuga de capitales”, fue de u$s571 millones, un 26,3% más que en julio.
El sector “oleaginosas y cereales”, el principal exportador del país, registró ingresos netos por u$s1.503 millones. Según informó el BCRA, este nivel de ingresos estuvo por debajo de las estimaciones de exportaciones netas de bienes, “lo que implicaría que el sector habría retomado la cancelación de deuda por anticipos y prefinanciaciones de exportaciones observados en los primeros cinco meses del año”.
En contraposición, el “Sector Real excluyendo Oleaginosas y Cereales”, que incluye a muchos rubros importadores, fue comprador neto de divisas por un total de u$s1.606 millones. El número aumentó un 17,6% debido a una mayor importación de bienes y servicios, así como por más cancelación de deuda.
Cabe recordar que, a comienzos de agosto, el Gobierno anunció un acuerdo para la reestructuración de unos u$s100.000 millones de deuda externa, tanto bajo ley de Nueva York como bajo ley local, que logró una adhesión casi total por parte de los acreedores privados. Sin embargo, esto no fue suficiente para calmar las expectativas de devaluación y la incertidumbre.
Según Matías Rajnerman, economista de la consultora Ecolatina, esto ocurrió por tres factores. “Primero, porque el incentivo para ir al blue a vender seguía ahí, entonces por menos incertidumbre que hubiera, una brecha en esos niveles (superior al 80%) era una invitación a comprar dólares oficiales”, explicó.
Paralelamente, el analista aclaró que “el impacto de la deuda es de mediano plazo: la incertidumbre no baja de un día para el otro”.
Por último, para Rajnerman también tuvo que ver la falta de incentivos a ahorrar en pesos. “El rendimiento de los plazos fijos sigue siendo acotado: a pesar de que le ganan a la inflación, siguen teniendo un riesgo alto.”, aseveró.
En el marco de la crisis que atraviesa Argentina hace ya más de dos años, la autoridad monetaria se desprendió de casi u$s3.000 millones en los últimos tres meses para sostener el valor del tipo de cambio oficial y las Reservas Brutas Internacionales retrocedieron desde los u$s43.408 millones hasta los u$s41.970 millones actuales.
Para frenar este drenaje, la AFIP incorporó la semana pasada un impuesto del 35% sobre la compra de “dólar ahorro”, pudiendo deducir ese monto de los pagos por el impuesto a las Ganancias.
Adicionalmente, el BCRA mantuvo formalmente el cupo de u$s200 pero decidió que los consumos realizados con tarjeta de crédito en el exterior se deducirán de ese cupo y también estarán alcanzados por el impuesto del 35%.
En el mismo sentido, aquellas empresas con deudas solo podrán acceder al 40% de sus obligaciones financieras, debiendo reestructurar el 60% restante o cancelarlo con dólares propios.
Fuente: Ambito