Poco tiempo para ir al médico, un sistema sanitario que muchas veces no facilita la consulta médica y cierta tendencia a resolver las situaciones de una manera más simple hace que ingerir antibióticos sin prescripción médica se torne habitual. Pero muchas veces no sabemos cuáles son las consecuencias de este acto. Por tal motivo es indispensable que sepamos: ¿Cuáles son las razones por la que no tenemos que automedicarnos?
Error en la elección del antimicrobiano
Las enfermedades infeccionas se producen por microorganismos. En este grupo se encuentran: las bacterias, los virus, los parásitos y los hongos. Los antibióticos se encuentran dentro del grupo de los antimicrobianos, pero específicamente están dirigidos contra las bacterias. Es decir que cada vez que una persona toma un antibiótico, el mismo no ejerce ningún efecto benéfico si la enfermedad que estaba cursando era viral.
Un cuadro respiratorio por alguno de estos gérmenes puede presentar características similares. Por ejemplo, una infección respiratoria viral y bacteriana pueden compartir la tos y la dificultad para respirar como parte de su semiología.
Diferenciar un agente etiológico del otro, resulta dificultoso. El médico evaluador mas allá de su formación académica, cuenta con muchas herramientas (análisis de sangre, radiografía, etc.) que le permiten tener una mejor orientación para saber cual es organismo que esta causando la enfermedad.
Como muchas de las enfermedades virales se auto limitan, la persona puede percibir un efecto benéfico de este fármaco sin que realmente sea cierto. En otras ocasiones el error en la elección del antimicrobiano puede tener graves consecuencias en la salud de la persona.
De este primer punto se desprenden dos problemas: las personas utilizan en vano un tratamiento, ya que los antibióticos no tienen efectos contra las infecciones causadas por organismo no bacterianos; y muchas veces las personas no reciben el tratamiento antimicrobiano, que sí resultaría efectivo contra su cuadro infeccioso.
Tiempo de tratamiento
Es conocido el hecho de que distintas enfermedades no requieren el mismo tiempo de medicación. Pero lo que no se sabe es que un mismo tipo de infección puede necesitar mayor cantidad de días de tratamiento dependiendo de algunas características: re-infecciones, sexo, etc. Por ejemplo, una infección urinaria requiriere distinta evaluación y tratamiento dependiendo de si el paciente es hombre o mujer.
Por otro lado, un tratamiento incompleto puede hacer que la infección no presente una respuesta o que la misma sea parcial, con la posibilidad de que el cuadro se agrave y se prolongue el tiempo de contagio.
No siempre se toma el antibiótico hasta que se “termine la caja”. Puede que el tratamiento requiera mas o menos tiempo y saberlo no es fácil. Nuevamente resulta de vital importancia consultar con el médico a tiempo.
Generación de resistencia
La resistencia de un microorganismo a un medicamento antimicrobiano es la falta de respuesta a un tratamiento por parte de un germen, que originalmente era vulnerable.
Los organismos resistentes (bacterias, hongos, virus y algunos parásitos) resisten ataques de medicamentos de tal forma que los tratamientos convencionales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten, incrementando el riesgo de propagación.
El uso erróneo o innecesario de antibióticos representa uno de los gastos más importantes en el ámbito extrahospitalario y potencia la aparición de cepas resistentes a los medicamentos mas utilizados.
La resistencia a los antibióticos compromete la prevención y el tratamiento eficaz de un número cada vez mayor de infecciones causadas por bacterias, constituyendo una amenaza creciente para la salud pública mundial que requiere la adopción de medidas por parte de todos los sectores gubernamentales y de la sociedad en general.
El sistema sanitario tiene la obligación de generar este tipo de información y campañas, ya que es la única forma de lograr disminuir el uso indiscriminado de fármacos que puede generar dificultades en el tratamiento de infecciones comunes a mediano plazo.
El desarrollo de la resistencia a los antimicrobianos es un fenómeno natural. No obstante, algunas actividades humanas ciertamente aceleran su aparición y propagación.
Por Ignacio Aladro para Iprofesional.