El primer cambio transcendental se verá reflejado en las escalas del régimen.
La escala mínima “A” tendría un tope de facturación de $139.000 al año, con un promedio de $11.200 mensuales. El impuesto integrado para esta categoría será de $1.150.
Del otro lado de la tabla, la escala máxima para servicios “H” tendría un tope de facturación de $1.152.000 al año, con un promedio de $96.000 mensuales, mientras que para ventas “K” tendría un tope de facturación de $1.728.000 al año, con un promedio de $144.000 mensuales. El impuesto integrado para será de $6.100 y $9.600 respectivamente.
Otro cambio relevante, será la implementación total de la Factura electrónica. A partir del 1º de abril ningún monotributista podrá usar factura manual, dejarán de tener vigencia las excepciones actuales. Por lo tanto, los monotributistas deberán optar por utilizar factura electrónica o controlador fiscal/impresora fiscal.
El último cambio que comenzará a aplicarse progresivamente a partir del próximo año es la unificación de la liquidación y pago del monotributo con los regímenes simplificados/locales de Ingresos Brutos de diversos fiscos provinciales. El caso de AGIP es el más avanzado, pero se está trabajando para implementar un sistema similar con ARBA.
Los monotributistas deberán estar atentos a estos cambios y adaptarse a ellos para no sufrir sanciones y multas.
Fuente: Ambito