Con un fuerte vínculo que lo une a nuestra localidad, Miguel Mendiola formó parte del programa Nº 158 de IngenieroWhite.Com, emitido por La Brújula 24, rememorando viejos tiempos como el histórico desembarco de Colón, en octubre de 1992.
“Se hizo una réplica con la responsabilidad de llevar adelante el evento. Fue una locura y siempre lo tengo presente por la importancia que tuvo para Ingeniero White”, destacó.
“Me acuerdo de todos los momentos, la previa, el armado de las cosas y la participación de personalidades como Ricardo Vignoni, Cristian Leiva, Semilla Natalicchio, Negri Lugones. Fueron 33 mil personas a ese evento, una locura”, amplió.
“¿Anécdotas? Muchísimas. Alguna cargada a Rubén Antonelli por su vestimenta, los chistes con Atilio Miglianelli en plena escena. En el momento no tomamos dimensión, pero con el tiempo nos dimos cuenta que fue algo muy llamativo y que la convocatoria de tanta gente era impensada”, indicó Miguel.
“El espacio físico también era muy agradable. Fue en el sector de cangrejales, donde había una playa hermosa, en la cual la gente solía pasar las tardes de verano. Son recuerdos muy lindos. Se me viene a la mente también los festejos de Reyes Magos, con Atilio y Alberto Ferro. Atilio, con todo el respeto del mundo, era el Popeye de White”, destacó Mendiola.
–¿Cómo nació tu vínculo con la localidad?
–Yo soy nativo del sur, pero estuve viviendo 27 años en Las Colonias, en calle Avenente al 3.000. Por eso, me considero un whitense más y lo llevo en el corazón. Hace poco estuve en la Fiesta del Camarón y el Langostino y me encontré con muchos conocidos; eso quiere decir que uno forma parte de esa gran familia a pesar del paso del tiempo. Siempre hubo un nexo con White.
–¿Y el ferrocarril qué lugar ocupa?
–Fui empleado ferroviario durante 20 años, desde peón y guarda junto a mi difunto padre hasta llegar a puestos de control, desde 1977 hasta 1993. El corazón en el ferrocarril va estar para siempre, es muy fuerte pasar por los lugares en los que uno ha estado. Y también recordar eventos como el siniestro del incendio en la estación de White. Fueron cosas muy fuertes.
“Actualmente las cosas fueron cambiando en mi vida y empecé otra etapa. De todos modos, voy de vez en cuando a White como decía anteriormente y, encima, ahora mi hijo Damián juega en Huracán. El contacto va a estar para siempre”, cerró.