Cuando faltaban apenas 10 minutos para que comenzara la sesión especial convocada para debatir la nueva ley de movilidad jubilatoria, a las 14, se desató una batalla campal frente al Congreso.
El clima, que se mantuvo tenso desde las 8, comenzó a enrarecerse cuando un grupo de diputados kirchneristas se enfrentó con los efectivos de seguridad que custodiaban el ingreso a la Cámara de Diputados.
Minutos después, militantes de partidos de izquierda que se oponen a la sanción de la ley impulsada por el Gobierno empezaron a enfrentarse con la Gendarmería. Volaron pidras, palos, botellas y hubo escenas de pugilato. Los efectivos respondieron con gases lacrimógenos, balas de goma y avanzaron con carros hidrantes hasta lograr una paz transitoria.
Partidos de izquierda, la CTA, la CGT, el kirchnerismo, parte del peronismo no K, Madres de Plaza de Mayo y diversas agrupaciones sociales convocaron a movilizarse esta tarde al Congreso.
“Espero que todos los ciudadanos argentinos que están en contra de la ley vengan al Congreso”, había pedido temprano Agustín Rossi, presidente del bloque FpV-PJ.
La fórmula de la polémica
El oficialismo buscará sancionar este jueves una reforma previsional que modifica los parámetros que se utilizan actualmente para garantizarles aumentos automáticos a los jubilados y pensionados.
La nueva fórmula, que arroja un índice en base al movimiento de la inflación y de los salarios, es cuestionada por la oposición porque los abuelos perderán poder adquisitivo. El Gobierno, en cambio, asegura que el cálculo permitirá preservar los haberes frente al aumento de precios sin poner en riesgo la sustentabilidad del sistema previsional.
El cálculo actual toma como base la recaudación tributaria y otorga dos aumentos anuales a los jubilados. El esquema que pretende sancionar Cambiemos incluye cuatro actualizaciones en doce meses. La primera, en marzo de 2018, será de 5,7 por ciento.