Otra vez uno de los distritos más afectados es Córdoba, donde unas 2.000 personas debieron abandonar sus casas y Jesús María quedó aislada al caerse el puente Bailey que unía esa localidad con Ascochinga por la crecida del río.
“Estamos complicados con este desastre meteorológico que estamos teniendo. Lamentablemente todos los pronósticos (de lluvia) se están cumpliendo”, dijo el ministro de Acción Social provincial, Daniel Passerini.
“Hemos tenido lluvias en lugares que no venían afectados, y esto agravó la situación y, en otros lugares donde no había habido inconvenientes, la situación está complicada”, añadió.
El titular de la Policía Caminera, comisario Adrián Delgado, informó que se disponen cortes totales o parciales en la mayoría de las rutas y manifestó que en todos los casos se recomienda “suma precaución” para transitar.
De este modo se prolonga lo que el gobernador José Manuel de la Sota anoche, en un mensaje a la población, definió como “la mayor catástrofe climática de los últimos 50 años”, que comenzó hace dos semanas en las sierras chicas, al norte de la capital provincial, donde murieron ocho personas y hubo destrucción de viviendas.
“La situación sigue siendo muy crítica” en Idiazábal, pequeña población del sudeste cordobés, donde fueron evacuados la mayoría de su algo más de un millar de habitantes, dijo hoy su intendente, Eliberto Favalli.
Mientras tanto, en esa región distintas poblaciones, entre ellas algunas importantes como Villa María y Bellville, se preparan para la segura crecida del río Ctalamochita, por la evacuación de agua del dique Piedras Moras.
El fuerte temporal afectó también a la ciudad de Santa Fe y alrededores con el anegamiento de barrios, la suspensión del dictado de clases y de la actividad pública y la restricción de la circulación del transporte urbano.
El temporal se inició alrededor de la 1 con una fuerte actividad eléctrica y abundante caída de agua, y pasadas las 8 el registro de lluvia caída ya superaba los 70 milímetros.
Según las fuentes consultadas por Télam, el agua afectó principalmente a la zona del cordón oeste y noroeste de la capital provincial, anegando barrios como Las Flores, Yapeyú, Santa Rosa de Lima y San Lorenzo, y a localidades cercanas como Esperanza y San Carlos.
El intendente de la ciudad de Santa Fe, José Corral, ordenó esta mañana “suspender” las actividades comerciales y educativas así como la circulación del transporte público de pasajeros.
“Es una medida preventiva debido a que en las últimas horas cayó aproximadamente 70 milímetros de lluvia que acumuló, sumando lo precipitado en los últimos días, unos 320 milímetros y esto hace dificultosa la circulación en la ciudad”, indicó hoy Corral quien precisó que no se registran evacuados.
En San Luis hay unos 375 evacuados pero la cifra se eleva a unos 1.500 damnificados si se suman los autoevacuados, informaron las autoridades.
Entre las localidades más afectadas se encuentra Lafinur, un poblado de 600 habitantes del departamento Junín, que se vio golpeado por la crecida del río Conlara que anegó las calles y produjo el colapso del sistema cloacal, dijo a Télam el jefe de San Luis Solidario, Omar Terc.
Más al norte, en Santiago del Estero, cayó un aguacero sobre la capital, cuyo casco céntrico quedó inundado, se declaró el asueto administrativo y día inhábil en la justicia por la interrupción del transporte público, además de la suspensión de las clases.
En la ciudad hay unos 100 evacuados que fueron instalados en el Liceo Policial mientras que Defensa Civil y Gendarmería tienen dificultades de ingresar a los barrios más afectados Villa Coy, Almirante Brown, America del Sud y Saint Germain, donde llovieron alrededor de 150 milímetros.
En el interior provincial una de las localidad más golpeadas es Lavalle, a 100 kilómetros al oeste de la capital y punto limítrofe con Catamarca donde cayó cerca de 250 milímetros.
En tanto, en el departamento Taboada, unas 1.100 familias están afectadas por el temporal, de los cuales 200 familias fueron evacuadas y las restantes autoevacuadas.
Por su parte, en Catamarca unas 600 personas fueron evacuadas en las últimas horas a raíz intensas lluvias que afectaron a varías localidades del interior provincial, donde la situación alcanzó un nivel crítico, según dijeron las autoridades.
De acuerdo al Comité Operativo de Emergencia (COE), la localidad más afectada es Bañado de Ovanta, a unos 150 kilómetros al este de la capital, donde se debieron alojar a vecinos en escuelas, iglesias y clubes deportivos.
Fuente: Télam.