-Al final, semejante exposición como embajador, ¿qué ventajas y desventajas le da?
-Eso es una sensación, yo no sé si es verdad. Pero es verdad que este mes hemos visto mucha actividad en las redes, porque estamos en enero, la gente está de vacaciones… Todo el mundo está un poco más descontracturado. Me ha sorprendido la reacción de la gente muy positivamente. Me encanta también el intercambio con las personas, porque acá lo que me gusta de los argentinos sobre todo es su sentido del humor. Se pueden hacer muchos chistes entre nosotros. Y yo no creo que esto habría sido posible en otros países. Pero con los argentinos sí, son de muy fácil relacionamiento, y este intercambio yo creo que es importante. Es importante además para desmitificar las funciones de un diplomático, de un embajador. A veces los embajadores se olvidan que son funcionarios públicos, son servidores del público. Hay que recordar siempre quién es el que está pagando tu salario.
-¿Hay una línea política en este sentido desde el Foreign Office o es una decisión suya que el FO avala?
-Sí, la hay. Los embajadores tenemos una cierta libertad en términos de nuestras acciones. Y la gran mayoría de nuestros embajadores tienen cuentas de redes sociales. Hay que distinguir entre mi cuenta y la cuenta oficial de la Embajada. Yo no hago muchos conciertos de música clásica acá en la Embajada, porque no es exactamente mi estilo, y tampoco yo vivo toda mi vida en Twitter. Tengo una vida real, salgo y tenemos muchas reuniones (este jueves organizó la multitudinaria Harry Potter Book Night). Pero yo me siento muy a gusto con este tipo de contactos con la gente más informal. Yo creo que los cócteles sirven para comer un poco … pero para mí como diplomático, esta vida más formal no me atrae tanto. Todo el mundo tiene sus especialidades en su carrera. Lo que yo he enfocado en mi carrera son las negociaciones y la diplomacia pública, y yo creo que en este momento, cuando el mundo está cambiando tanto, hay que adaptarse a la nueva realidad.
-Usted también aplica el llamado “soft power”, penetración amigable, habiendo un conflicto de por medio…
-Sí, tienes toda la razón. Yo represento un país, un pueblo con mucha cultura, desde Shakespeare hasta Los Beatles y Rolling Stones, Oasis, el futbol, los deportes. Y esto también les interesa mucho a los argentinos, por lo general una nación muy culta. Entonces, hay una afinidad natural. También hemos pasado períodos muy difíciles en la relación, el conflicto de 1982, y no hay que ignorar esta parte. No se puede ignorar lo que ha pasado y hay que ser muy consciente. Por eso es que estamos trabajando para mejorar la relación en su totalidad. Estamos trabajando en la ayuda humanitaria para progresar con los vuelos humanitarios (de familiares de caídos), un proceso de integración y estamos buscando una relación más moderna que refleje la situación actual. Este año, Argentina y el Reino Unido somos los presidentes juntos de la Equal Rights Coalition que es una organización que lucha por los derechos LGBT. Estamos trabajando en las Naciones Unidas. Tenemos una relación que es mucho más amplia que solamente la cuestión de las Islas.
-¿Qué sería “estamos buscando una relación más moderna que refleje los tiempos actuales”?
-Una relación con más comercio e inversión, con más colaboración científica. Te doy un ejemplo: los satélites argentinos tienen paneles solares británicos, y queremos hacer más en términos de cultura.
-Y en esa relación más moderna ¿cómo entra el conflicto de soberanía?
-Nuestra posición es la de apoyo al derecho de autodeterminación de los isleños. Pero en una relación más moderna podemos hacer no solamente intercambios de notas diplomáticas (como las de protesta). Hay que buscar soluciones, tomar acciones, eso es muy importante. El cambio de una relación tiene que tener varias cosas. Uno es la empatía, segundo es entender en las negociaciones que lo importante son los intereses . A veces tienen posiciones de conflictividad donde la gente se olvida de este punto importante. Siempre hay que pensar en esta situación cuáles son los intereses y cuáles son sus intereses. Así es que vamos construyendo progreso. Y es lo que estamos intentando. Intereses, no posiciones. Empatía, para entender lo que es importante para los demás y explicar qué es lo importante para vos, y lo tercero es hacer cosas. Por ejemplo, haciendo más contactos con las islas, pero también en la relación en términos generales. Trayendo más misiones de comercio, inversión, haciendo proyectos de colaboraciones entre los museos, entre los ministerios, este tipo de cosas es entrar en acción, es muy importante si vamos a adaptar la relación a los tiempos modernos.
-Pero siempre bajo el paraguas de soberanía… Por fuera se habla de todo pero nunca de cómo resolver esa disputa de soberanía ¿Hay posibilidades de que a la larga haya cambio de status?
-Nunca vas a tener una relación bilateral entre dos países donde todas las partes estén de acuerdo en un 100%. Y reconocemos que Argentina tiene una posición diferente en este respecto, que nosotros, y los propios isleños.
-El Gobierno bajó el tema del reclamo y el tono…
-Sí, el conflicto no lleva a ningún lugar. Porque tenemos que ver los desafíos reales. Por ejemplo, en la pesca, en medio ambiente, vemos que hay una amenaza, la pesca ilegal. Y aparte de la disputa de soberanía, hay interés tanto de los argentinos, tanto de los isleños, para colaborar en lo de la protección de los stocks de la pesca.
-¿Qué colaboración antártica hay hoy entre ambos países?
-Para la Antártida, hay un tratado internacional que está corriendo con todos los países involucrados. Segundo, en términos de colaboración bilateral firmamos un memorándum de entendimiento entre los dos institutos de Antártida, tanto argentino como británico, el año pasado, para hacer colaboraciones. Lo que estamos viendo, por ejemplo, es colaboración en términos prácticos entre buques y también entre las bases argentinas y británicas en la Antártida, y vamos a seguir. A fines del año pasado tuvimos dos oficiales del a Armada Argentina que pasaron varias semanas con la tripulación del Protector, estamos abiertos a recibir científicos argentinos.
-En pesca también hay nueva cooperación pero también polémica…
-Lo que se está haciendo desde el año pasado es una combinación entre los científicos argentinos británicos y de las islas, intercambiando información, porque tenemos que tener una visión clara del problema de la amenaza a los stocks pesqueros. Entonces tiene sentido que cada seis meses tengamos una reunión en la subcomisión de pesca. Y igual que como el Protector y los oficiales argentinos embarcados, ahora tenemos un intercambio de personal para los cruceros de investigación. Por supuesto tenemos posiciones diferentes sobre la soberanía, pero si no actuamos conjuntamente no vamos a tener más pesca en los océanos. Entonces, en vez de mandar notas sobre soberanía, y por supuesto reservamos ambos lados las posiciones, lo importante es actuar para proteger. En las próximas semanas haremos los ejercicios de búsqueda y rescate en el Atlántico Sur, entre oficiales argentinos y británicos, muy importante por la gran cantidad de cruceros.
-¿En qué punto están las conversaciones sobre las sanciones a las operaciones de hidrocarburos que impuso el kirchnerismo para quien opere en las islas?
-Estamos en la misma línea que fue acordada en 2016, en la declaración conjunta, que queremos que todas las sanciones sean quitadas.
Estamos esperando y haciendo progresos. Ya tenemos una relación entre los isleños y los argentinos que está más estrecha.
-¿Dónde lo ve a eso? Yo no lo veo tanto…
-La invitación para hacer el segundo vuelo humanitario acaba de venir de los propios isleños (a los familiares de los caídos).
-¿Cuál es su opinión sobre el gobierno de Mauricio Macri?
-Trabajamos con el gobierno como profesionales, y es en esto que estamos avanzando en muchas cosas, como te dije. Y estamos con una agenda de acentuar la colaboración, sobre todo en comercio e inversión, por eso es que estamos esperando una visita del enviado especial de la primera ministra para comercio e inversión (vendría este mes).
-¿Su política está direccionada a la salida del Reino Unido de la Unión Europea?
-Salir de la Unión Europea con el Brexit implica que tenemos que ser más activos internacionalmente. Tareas que antes era hechas por la Comisión Europea, ahora las vamos a hacer nosotros. Los propios diplomáticos británicos, y por supuesto Mercosur es un mercado importante. Hay países importantes, y después del Brexit ustedes van a ver que estaremos más activos para fomentar este comercio e inversión con la región, y eventualmente, sale otro acuerdo de libre comercio entre Argentina, o Mercosur y Reino Unido.
-¿Al Reino Unido le interesa un acuerdo bilateral de comercio con la Argentina en caso de que el Mercosur se flexibilice y lo permita?
-Sí, yo creo que depende de Argentina. Si Argentina quiere y puede firmar un acuerdo bilateral o si se queda en el cuadro del Mercosur. Hasta ahora todas las negociaciones de la Unión Europea han sido con el Mercosur. Pero no estamos en esta etapa ahora. Ahora estamos en la etapa de finalizar nuestra salida de la Unión Europea.
-Theresa May, que estuvo en aquí en diciembre, igual dijo que las islas no se negocian, pese a un Brexit. ¿Qué se puede hacer entonces?
-Vamos a seguir con la colaboración práctica, y nuestra posición, que es el apoyo a la autodeterminación de los isleños.
-¿Al gobierno británico le conviene que el gobierno de Macri siga? ¿Le preocupa una vuelta del kirchnerismo?
-Nosotros estamos listos para colaborar con cualquier gobierno que tenga interés de colaborar con nosotros, y que esté abierto al mundo. Entonces nosotros no emitimos opiniones sobre las opciones en las elecciones. Eso es un asunto estrictamente interno de Argentina.
Nota: Natasha Niebieskikwiat para Clarin.