Los focos de incendios en las islas del Delta del Río Paraná se reavivaron este lunes y la ciudad de Rosario volvió a amanecer cubierta de humo, lo que afecta a las personas que habitan la región y dificulta la visibilidad, por lo que autoridades solicitaron extremar las medidas de seguridad y la precaución en la conducción vehicular.
Voceros del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) advirtieron que el humo llegó a la ciudad luego de que se produjeran nuevos incendios en las islas pertenecientes a la provincia de Entre Ríos y en algunos puntos de Santa Fe, que autoridades nacionales y provinciales vienen adjudicando a quemas intencionales en los campos.
Según se indicó, el humo retornó a Rosario luego de que el viento virara hacia el sur, lo que favoreció la velocidad con la que avanzó la “cortina negra”.
Las fuentes precisaron, a su vez, que el principal foco ígneo en actividad se encuentra a la altura de la localidad santafesina de Pueblo Esther, ubicado en las afueras de Rosario, donde desde el 2020 se han quemado en total más de 300.000 de hectáreas, de acuerdo a datos del Observatorio.
Los focos se replican a la altura de las localidades de San Lorenzo, San Nicolás y Villa Constitución, por lo que la región se ve colapsada por el humo.
A partir de distintas investigaciones y denuncias presentadas ante la Justicia, el Gobierno advirtió que las quemas se realizan, entre otras cuestiones, para preparar el terreno para distintas actividades que abarcan negocios inmobiliarios y la producción agrícola y ganadera.
Debido al intenso humo, la visibilidad se encuentra reducida por lo que desde Seguridad Vial piden extremar las medidas de precaución para conducir.
Esta lunes, el puente Rosario-Victoria amaneció con una visibilidad prácticamente nula debido a la densidad del humo presente.
En simultaneo, distintos centros médicos confirmaron que las consultas se multiplican para tratar afecciones respiratorias, ya que si bien la problemática afecta a todos los rosarinos, aquellos que padecen dificultades pulmonares o alergias se llevan la peor parte. (Télam).