Parte de semejante sangría de divisas se explica por la caída del valor internacional del biocombustible (en línea con el derrumbe del precio del petróleo crudo). Y otro tanto se originó en factores internos.
En los primeros nueves meses de este año se declararon 1,011 millones de toneladas de exportaciones argentinas de biodiesel por un valor FOB de 700,3 millones de dólares versus 1,911 millones de toneladas por 1562,3 millones de dólares en el mismo período de 2014.
En septiembre pasado se declararon exportaciones de biodiesel por 184.824 toneladas a un precio promedio ponderado de 634 u$s/tonelada. Se trata del valor más bajo de toda la historia local del biocombustible (ver gráfico).
La caída de las exportaciones argentinas de biodiesel podría haber sido menor en caso de contar con una política previsible para el sector. Pero el gobierno nacional, además de aumentar la carga tributaria, redujo los niveles de previsibilidad.
Luego de reducir el derecho de exportación al 5% para marzo de este año, a fines de mayo el gobierno decidió incrementar –de manera retroactiva– la alícuota efectiva al 13,2% para los embarques realizados en abril. La última alícuota publicada, correspondiente al mes de mayo, es del 9,80%. Los exportadores del biocombustible aún no saben qué retención deberán abonar por los embarques declarados en junio, julio, agosto y septiembre.
Buena parte de las ventas externas de biodiesel argentino –biocombustible elaborado con aceite de soja como insumo base– se están destinando a EE.UU., un mercado que, luego de la habilitación concedida a fines de enero de este año por la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), permite mezclar al biodiesel local con gasoil estadounidense. Otro destino importante es Perú.
Fuente: valorsoja