Los cuatro hábitos que debés eliminar de tu vida para evitar problemas de memoria

El recuerdo es fundamental en la vida de cualquier ser humano. A medida que envejecemos, el cerebro siente el impacto del paso de los años. Qué hacer para mantenerlo activo.

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La memoria es una capacidad mental fundamental para el cerebro del ser humano, ya que le permite adquirir conocimientos, recordar experiencias y proyectar el futuro. Sin embargo, hay hábitos que se realizan día a día que pueden deteriorar su funcionamiento y que se recomienda eliminarlos. ¿Cuáles son y por qué son tan perjudiciales?

Charan Ranganath, director del Laboratorio de Memoria Dinámica de la Universidad de California, Estados Unidos, indica que hay cuatro actividades que pueden minimizar su desgaste.

Cuatro actividades que pueden minimizar el desgaste de la memoria

  • Descansar lo suficiente: “Ahora sabemos que el cerebro cuenta con un sistema que drena las toxinas que se acumulan en él, incluida la proteína amiloide, la cual está implicada en la aparición del Alzheimer. Este sistema se pone en marcha durante la noche”, afirmó Ranganath. Si no se respeta el tiempo de descanso, el cerebro no puede purificarse y recargar baterías. Se recomienda no comer de más ni beber alcohol hasta altas horas de la noche y tampoco utilizar elementos como computadoras, tablets y celulares en la cama. Por otro lado, también es conveniente tomar pequeñas siestas por la tarde para recuperar energía y permitir que el cerebro realice de forma adecuada sus funciones.
Descansar lo suficiente puede minimizar el desgaste de la memoria.

Descansar lo suficiente puede minimizar el desgaste de la memoria.

  • No hacer varias tareas a la vez: realizar varias actividades al mismo tiempo puede ser una demostración de capacidad, sin embargo, puede traer consecuencias inmediatas. “La corteza prefrontal nos ayuda a centrarnos en lo que necesitamos hacer para alcanzar nuestros objetivos, pero esa maravillosa capacidad se empantana si saltamos continuamente de un objetivo a otro”, explicó Ranganath. Lo ideal es terminar una tarea antes de empezar otra y silenciar todo aquello que pueda complicar el logro de los objetivos.
Se recomienda no hacer muchas tareas a la vez para no desgastar la memoria.

Se recomienda no hacer muchas tareas a la vez para no desgastar la memoria.

  • No caer en la monotonía: “La plasticidad en el cerebro nos ayuda a realizar tareas, en especial aquellas que son repetitivas, de manera más eficiente”, explicó el profesor de la Universidad de California. Si se rompe con la monotonía y con la rutina, se ayuda a que esa plasticidad se mantenga. Las recomendaciones son simples y contundentes: hacer cosas nuevas de formas nuevas es fundamental porque estimula el cerebro y crea nuevas conexiones neuronales.
Hacer nuevas actividades ayuda a estimular el cerebro y crear nuevas conexiones neuronales.

Hacer nuevas actividades ayuda a estimular el cerebro y crear nuevas conexiones neuronales.

  • No confiarse demasiado: “Las personas creen que su memoria es muy buena hasta que en algún momento de sus vidas se dan cuenta de que no es así”, afirmó Ranganath y agregó: “El propósito de la memoria no es recordar el pasado, aunque pueda hacerlo, sino tomar la información importante del pasado que necesitamos para entender el presente y prepararnos para el futuro”. El cerebro no está preparado para recordar las cosas tal cual se aprendieron; es importante entonces aplicar tácticas para fijarlas en el cerebro.

Cinco actividades para ejercitar la memoria

Según indica “Konexión Alzheimer” (iniciativa que ofrece información y recursos sobre la enfermedad de Alzheimer) hay algunas actividades que permitir mejorar la memoria.

  1. Juegos y rompecabezas: juegos de mesa, cartas, sudokus y crucigramas mejoran la memoria al exigir recordar patrones.
  2. Seguir estudiando: aprender idiomas, tocar instrumentos musicales, comenzar estudiar, leer o resolver problemas matemáticos mantienen activas las conexiones neuronales.
  3. Hacer ejercicio: actividades como caminar, nadar o ciclismo mejoran el flujo sanguíneo cerebral y reducen el riesgo de deterioro cognitivo.
  4. Dieta equilibrada: consumir alimentos ricos en antioxidantes, omega-3 y vitaminas del complejo B (nueces, pescado azul y vegetales) favorece la función cerebral.
  5. Uso de los sentidos: relacionar datos con olores, sonidos, gustos, tacto o imágenes mejora la retención.

Fuente: Ambito

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