Impuesto que sube no baja, recuerda el dicho popular que, con algunos matices, podría aplicarse por estos días al costo de los créditos. Y es que pese a que el Banco Central (BCRA) recortó en poco más de 150 puntos (1,5 puntos porcentuales) sus tasas de interés de corto plazo, en la City la mayoría de los bancos no piensan por ahora en ajustar a la baja las tasas de interés de sus créditos, que, sin embargo, sí subieron en la segunda mitad de 2017 casi en forma paralela a la suba de tasas de la autoridad monetaria.
En el resto de las entidades, la respuesta fue casi siempre la misma: “Vamos a esperar qué hace el BCRA con la inflación de enero -y su decisión de tasas en febrero- para ver si podemos empezar a bajar las tasas de los créditos en algo hacia fin del mes que viene o marzo”.
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En esa posición está la mayoría de las entidades bancarias. “Lo estamos evaluando [por la baja de tasas], quizá para determinados segmentos sí podemos llegar a hacer alguna oferta puntual, pero es demasiado pronta la baja de tasas del Banco Central”, respondieron desde un banco nacional de primera línea, también con la condición de no dar el nombre.
Los bancos no perdieron tiempo en los últimos meses. De hecho, habían ajustado al alza las tasas de sus créditos en noviembre pasado y luego nuevamente en diciembre, mes en el que incluso habían retocado en hasta 2 puntos porcentuales las tasas de sus créditos hipotecarios, que son las líneas de más largo plazo y, por lo general, las últimas en reaccionar a cualquier movimiento del mercado.
Con el cambio de metas de inflación para 2018, que pasaron del 12% al 15%, sin embargo, el BCRA arrancó enero bajando sus tasas de interés de referencia.
Pero en el mercado no hay demasiadas certezas con respecto a si la entidad que maneja Federico Sturzenegger continuará o no con el proceso de baja de tasas, sobre todo luego de conocerse que en diciembre la inflación fue bastante más alta de lo previsto (del 3,1%) y que ahora los economistas privados están estimando para este año que el índice general de precios subirá en torno al 18%, ya tres puntos por arriba de la nueva meta del BCRA.
“El tema de las expectativas juega un rol. Los bancos van a esperar a ver un poco, porque tienen temor de apurarse a la baja de tasas y después terminar con una inflación superior a la esperada”, explicó Eric Ritondale, economista jefe de la consultora Econviews.
“No vemos tampoco que el banco Central vaya a bajar más las tasas por ahora, las vemos más bien estables y recién con una tendencia a la baja en abril. Las primeras paritarias empiezan a definirse a partir del mes que viene, serán claves para determinar cómo viene la inflación del año. Si se define un aumento del 20 por ciento sin gatillo, vamos a estar bien para un 19 por ciento de inflación a fin de año”, apuntó el economista.
Sin excedentes
Gabriel Caamaño, economista de la Consultora Ledesma, señala que además ahora en los bancos juega un factor adicional que los frena a bajar las tasas de los créditos, y es que ya no tienen el excedente de liquidez que tenían a comienzos del año pasado, con lo cual deben competir por los depósitos de los ahorristas para financiar su negocio y, por ende, también están algo más restringidos para bajar las tasas que pagan al público por sus pesos.
“La tasa no es más que el precio de la liquidez -explica Caamaño-. Así es que ahora conviven dos fuerzas que atentan al mismo tiempo en contra de la baja de tasas del crédito. Por un lado están las dudas de cuándo empieza a bajar el Central de nuevo sus tasas de referencia y en qué proporción, y por el otro, qué pasa con el spread [el diferencial entre lo que paga el banco por un plazo fijo y lo que cobra por un crédito]”.
En tal sentido, dijo Caamaño, los bancos reaccionan más rápido con las tasas activas (de los créditos) cuando las tasas de interés en general están en alza que cuando están en baja. “Corrigen más rápido al alza que a la baja. Tuvimos un par de años que los bancos estaban tan líquidos que tampoco estaban tan locos por los depósitos, pero eso ya no sucede. Ahora los bancos empiezan a tener necesidades de liquidez. Pero si a la larga el sendero de baja de tasas se consolida, las tasas de los créditos van a tener a ir hacia abajo”, subrayó el economista.
Según datos del BCRA, mientras la colocación de nuevos préstamos en pesos crece a una tasa del 45% interanual, los depósitos del público van más rezagados. Exhiben una tasa positiva de 27 por ciento interanual.