Glovo es una startup de origen español, que tras levantar US$ 30 millones en su última ronda, llegó ahora a Argentina. Lo que ofrece es una app que permite comprar, recibir y enviar cualquier producto en menos de 60 minutos, bajo lo que se conoce como formato de “multidelivery on-demand”, donde tanto personas como organizaciones pueden pedir cualquier cosa o cualquier servicio a los “glovers”, una suerte de cadete, que puede ofrecer trabajar en su tiempo libre á lá Uber.
“La razón para venir es que es un mercado con una oportunidad muy grande ya que la alternativa a este servicio hoy es, como mínimo, bastante malo”, dice Matías Gath, Country Manager de Argentina. “La idea es conectar a quien tiene dinero pero no tiene tiempo, y el que no tiene dinero pero tiene tiempo libre. América latina es especialmente interesante por su densidad poblacional y su cultura; muy llevada con los servicios personalizados”, agrega.
El servicio, que ya funciona en Buenos Aires, se puede probar bajando la aplicación desde el tienda Google Play.
En esencia, la aplicación recoge un pedido de servicio (puede ser buscar algo, comprar algo y entregarlo, hacer un trámite, hacer una fila e, incluso, como cuentan desde Glovo, despertar a alguien que se quedó dormido) y alguien más con la aplicación puede tomarlo y completarlo. “La comunidad de glovers tienen que estar en regla con las necesidades legales y fiscales. Pasan por una formación para entender cuál es la expectativa del usuario y toman un curso para entender cómo funciona la plataforma. Cada glover trabaja con un centro de gestión donde pueden hacer consultas y reciben asesoramiento para completar la tarea”, desarrolla Gath. Este centro de gestión también permite monitorear la seguridad y la integridad del servicio, desde la empresa explican que incorporaron medidas de seguridad como alertas ante palabras clave (por ejemplo, armas y otros artículos ilegales), sin embargo el pedido no se bloquea.
El modelo de negocios de la startup es autoexplicativo y emula el de las nuevas compañías emergentes de tecnología: Glovo se define como el partner tecnológico de sus usuarios, facilitando la transacción y la conexión entre los que piden y los que proveen, y cobrando un fee por eso. El precio es parcialmente dinámico, porque lo que cobra cada glover cambia en función de la rapidez de la entrega, el precio y tipo de producto. La empresa obliga a los usuarios a que las transacciones sean por el precio del producto y que lo único que se paga de más es el valor agregado del servicio. La comisión, en promedio, suele ser de 30 o 40 pesos pero está ajustada al tipo de uso que los consumidores hagan de la plataforma.
Gath cree que aún es muy temprano para aventurar números, pero confía en que “este servicio en Argentina no existe. La gente cree que somos parecidos a Uber pero no es lo mismo. Somos una plataforma para que cualquiera haga cualquier cosa que vos no podes hacer”.
Fuente: Infotechnology.