Luego de reiterados anuncios, finalmente este lunes ingresaron en el Congreso los proyectos de ley de promoción para el Gas Natural Licuado (GNL) y el hidrógeno verde. Buscan establecer reglas por los próximos 30 años para que Argentina pueda desarrollar sus recursos en un mundo que acelera la transición energética. La letra chica incluye en ambos casos retenciones y acceso a divisas por un porcentaje de las exportaciones. Si bien es inferior a los requisitos que pedían las empresas, es superior a lo que establecían los primeros borradores oficiales.
Así, fuentes oficiales esperan que, una vez que se aprueben, puedan llevarse a cabo millonarias inversiones, en un contexto donde el ministro de Economía, Sergio Massa, llega a China y gran parte de la agenda estará focalizada en materia energética. Sin embargo, desde el Gobierno habían asegurado que el ingreso de los proyectos posiblemente iba a incluir también el de la industrialización del litio, mineral clave también para la transición energética, pero eso no ocurrió, pese a que públicamente la vicepresidenta Cristina Kirchner reclamó tener una “mirada estratégica”.
Este lunes ingresó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley con el régimen jurídico para la promoción de la producción de GNL y sus actividades asociadas, como el almacenamiento, comercialización, transporte y la instalación de infraestructura. Hay al menos tres proyectos de empresas con inversiones que podrían superar los u$s10.000 millones, pero que sin marco regulatorio no avanzarán, dijeron a Ámbito.
En 38 artículos, el proyecto al que accedió Ámbito establece que Argentina tiene la oportunidad de convertirse en exportador de gas natural licuado, en un mundo que requiere de GNL como “combustible intermedio de la transición energética”, y dado que cuenta con recursos estimados en 800 trillones de pies cúbicos de gas, con abastecimiento estimado para más de 300 años.
Los interesados podrán presentar sus proyectos de inversión durante los próximos cinco años, a partir de la publicación de la norma, y los beneficios se extenderán durante los 30 años posteriores a la puesta en marcha de licuefacción. El requisito básico para acceder será que el proyecto tenga un compromiso de inversión de al menos u$s1.000 millones, y una capacidad mínima de producción de un millón de toneladas de GNL por año.
Además del detalle de los beneficios en materia tributaria, hay tres puntos que las empresas mirarán muy de cerca: el acceso a divisas, las retenciones y los permisos de exportación. En cuanto a las ventajas cambiarias, el proyecto permitirá que las empresas accedan a dólares por un monto libre de hasta el 50% de las divisas obtenidas por las exportaciones, para destinar al pago de capital e intereses, y al pago de utilidades y dividendos. En los primeros borradores, este monto llegaba al 20%, mediante el cual el mega proyecto de YPF-Petronas se mantenía virtualmente caído. Altas fuentes de YPF aseguraron que con el 50%, la petrolera estatal de Malasia estaría dispuesta a avanzar. (Ambito).