“Entre todos los proyectos que están en etapa de exploración y desarrollo en la industria, la proporción de inversiones es de 10 a 1 a favor de la Argentina”, afirmó Waldo Pérez, presidente y CEO de Neo Lithium, minera canadiense que invertirá u$s 490 millones en Catamarca. El país, agregó, es el segundo destino mundial de las inversiones en este mineral, considerado el “oro blanco” por su importancia para la industria tecnológica. El primero, apuntó, es Australia.
Según Ignacio Celorrio, socio de Alfaro Abogados y especialista en Derecho Minero, los inversores que vieron con buenos ojos a Chile se encuentran con un freno importante: el intervencionismo estatal en relación al mineral. “En la Argentina, los proyectos de litio no tienen una regulación diferente a la del resto. Por eso, llega más inversión para la etapa de exploración”, dijo.
Fuentes del sector apuntan que, desde Chile, se presionó a la Argentina para que ambos países adopten una política común respecto al litio. “Al país, no le conviene: en ese caso, todos invertirían en Chile”, explicó Celorrio
Hasta el momento, Chile es el mayor productor de litio de la región. Desde hace dos décadas, allí actúan dos grandes operadores: SQM y Albemarle. La producción chilena depende de las cuotas de extracción que fija Corfo, la agencia estatal de fomento a la inversión. Un leading case que aleja inversores es la actual demanda de la entidad contra SQM por incumplimientos al contrato de concesión del Salar de Atacama.
La australiana Galaxy Resources desarrolla tres proyectos de litio: Canadá, Australia y la Argentina. Según contó el diario chileno La Tercera, el CEO de la minera, Anthony Tse, en una conferencia con inversores, se mostró desinteresado en realizar proyectos en Chile por las altas regalías que pide Corfo. A eso, se suma el enfrentamiento de algunos players con las autoridades. “El costo de producir en Chile, hoy, es menos competitivo que en la Argentina”, aseguró. La empresa destinará u$s 450 millones al proyecto Sal de Vida, en Catamarca, una de las mayores reservas no desarrolladas del planeta. La semana pasada, anuncio qué estudia ofertas de potenciales socios para sumarse a la iniciativa.
Pérez, de Neo Lithium, contó que le ofrecieron proyectos en Chile y los rechazó. “Eran geográficamente cercanos al nuestro en Catamarca. Hubiesen tenido sentido desarrollarlo. Pero decidimos dejar de lado la oportunidad. Las condiciones regulatorias hacen de la inversión un infierno”, enfatizó. Por otro lado, en la Argentina, en los últimos dos años, ya invirtió u$s 30 millones en el proyecto Tres Quebradas.
“En Chile, los proyectos de litio requieren un permiso del Congreso de la Nación. Siempre, hay una oposición que no quiere aprobarlos. Se vuelve una batalla política. Produce más litio que la Argentina porque tiene proyectos muy antiguos. Pero se está estancando. Si sigue así, dejará de ser relevante”, observó.
Franco Mignacco, presidente y CEO de Minera Exar, priorizó invertir en la Argentina porque no existen restricciones para explorar los salares. “Esto garantiza que haya una mayor afluencia de inversiones a nuestro país”.