La fuerte y repentina devaluación del peso argentino favoreció y perjudicó a las empresas agroexportadoras por igual y lejos del imaginario colectivo la situación es complicada de cara al mediano plazo. Un claro ejemplo de esta situación atraviesa Ledesma, la empresa nacional dedicada a la producción y procesamiento de caña de azúcar y alcoholes.
La ecuación en simple, Ledesma presenta hoy una fuerte deuda en dólares mientras que apenas el 20% de sus ingresos son en moneda extranjera y por el contrario el grueso de sus negocio depende de un alicaído consumo interno.
Así lo confirma un informe de la calificadora de riesgo FIX:
“A mayo de 2018 el 66% del total del endeudamiento de Ledesma era en moneda extranjera, mientras que sus ingresos en moneda extranjera representaban un 20%. A la misma fecha, el resultado neto de la compañía fue negativo explicado principalmente por la pérdida de tipo de cambio que ascendió a $1.659 millones. Hacia adelante FIX espera que el resultado neto continúe afectado negativamente por la devaluación”. Lo cierto es que no todo es malo para la empresa porque a la par su rentabilidad operativa se verá impactada positivamente ya que su estructura de costos se encuentra constituida principalmente en pesos. Lo cierto es que poniendo los dos escenarios en la balanza FIX no duda en confirmar una Perspectiva Negativa para la empresa agropecuaria que ya trae desde hace varios meses.
Las estrategias de ahora en más para que Ledesma salga airosa de esta situación no son muchas y quizás la más eficiente sería la venta de activos estratégicos para hacerse de capital y así lo deja en evidencia el informe: “La venta del 40% del capital social de Glucovil a Cargil, realizada en mayo le permitió a Ledesma cancelar deuda por u$s35 millones y reducir las necesidades de financiar capital de trabajo por u$s30 millones. No obstante, FIX considera que bajo la actual situación operativa el nivel de endeudamiento continuará elevado en torno a u$s200 millones, y salvo ante un escenario de venta de activos no estratégicos, el desendeudamiento no es previsible en el corto plazo”.
Quizás un factor positivo es que la compañía no presenta importantes necesidades de refinanciamiento de deuda para los próximos meses. A septiembre, a Ledesma aún le quedan u$s15 millones de necesidades de capital de trabajo de la actual zafra.
Fuente: Ambito