En plena cuarentena y ante un panorama que genera incertidumbre ante el avance de la pandemia, el Padre Luciano Guardia, desde la Parroquia de Ingeniero White, formó parte de nuestra entrega radial expresando sus sensaciones y bajando un mensaje espiritual para la comunidad.
“Físicamente la puerta de la iglesia está cerrada, pero espiritualmente su corazón siempre está abierto. Antes del decreto del presidente, el arzobispo ya nos había pedido tomar la precaución de no convocar a la gente para las celebraciones públicas. Es fundamental quedarnos en casa, estar en familia y vivir esto desde nuestro lugar”, indicó Luciano.
“En mi caso, no he hecho misas por internet, ni Facebook. Tengo mi celular y mi mail ([email protected]) para las sugerencias y consultas de los vecinos. Hay curas que transmiten en vivo las misas y hay efectuado iniciativas con mucha creatividad. Yo celebro la misa en privado, lo cual es raro porque uno está preparado para estar con la comunidad, y rezo por el pueblo para que Dios ponga su mano y nos defienda de esta pandemia”, expresó.
“Yo voy a la mañana, a la tarde y a la noche a la iglesia. La misa no la dejo de celebrar. Incluso, todos los días coloco una imagen de Jesús, de un metro, donde se lo ve de cuerpo entero con una mano en el pecho y la otra en alto dando su bendición”, detalló.
“En los momentos de adversidad, como en esta crisis mundial, el alma y el corazón tienen que refugiarse en Dios y en la fe. Es como una luz pequeña que, pese a que el camino esté oscuro, nos muestra hacia dónde tenemos que ir. No tenemos que desesperarnos y saber que nos están cuidando. Todo el mundo está al servicio para que esto salga bien. No seamos irracionales haciendo cosas que pongan en riesgo nuestra vida y las de los demás”, concluyó el Padre.