El día llegó. Este domingo, la Argentina elige a su próximo presidente (o, al menos, a los dos candidatos que se disputarán dicha investidura en un eventual ballotage) y, con ello, una nueva dirección de gobierno. Si bien no de las más populares, la agenda ambiental de los años venideros es uno de los temas que se incluyen en la contienda. Y, para conocer las propuestas de los principales aspirantes a suceder a Cristina Fernández de Kirchner a partir del 10 de diciembre, Socialmente Responsables dialogó con sus respectivos referentes en la materia. El equipo de Daniel Scioli, pese a los reiterados intentos, no quiso participar del debate, por lo que este solo cuenta con algunas de las definiciones que él fue dando a lo largo de la campaña electoral.
Institucionalidad
En lo que a ambiente se refiere, para Cambiemos, liderado por Mauricio Macri, y Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), con Sergio Massa a la cabeza, el punto de partida es inequívoco: recuperar su institucionalidad.
“¿Por dónde se empieza? Se empieza por la política. Noso-tros necesitamos que el Estado tenga una política pública en materia ambiental. Hoy no la tiene”, afirmó Sergio Federovisky, quien es presentado por el equipo de Massa como el futuro ministro del área. A tal fin, se crearía el Ministerio de Ambiente, Ordenamiento Territorial y Mitigación de Riesgos de Desastres, que “permitiría darle operatividad a la idea de que lo ambiental es transversal”.
Respecto al nombre del nuevo organismo, el periodista y autor de “Argentina, de espaldas a la ecología” hizo hincapié en que el ordenamiento es la base de la organización ambiental, dado que las actividades tienen que estar asociadas a un pensamiento de territorio. Asimismo, señaló: “¿Por qué mitigación de riesgos de desastre? Porque necesitamos que se vea que la política ambiental tiene que ver no solo con la actuación en la emergencia, sino con la actuación entre emergencia y emergencia, para reducir la vulnerabilidad de la población”.
En forma coincidente, Juan Carlos Villalonga, presidente de la Agencia de Protección Ambiental (APRA) porteña y referente ambiental de Cambiemos, comenzó la conversación con Socialmente Responsables apuntando que “la idea es que la Secretaria de Ambiente esté en un rango ministerial, que le haga ganar jerarquía no solo formal sino política”.
Este ministerio, detalló, contaría con “un brazo operativo”, esto es, “una agencia dedicada a las determinaciones ambientales, con mucha calificación y transparencia, para que pueda lograr credibilidad”, y que no solo sea responsable de “aquellas actividades que, por competencia propia, requieran fiscalización y control”, sino que también “pueda realizar control y monitoreo ambientales en cooperación con las provincias”.
En nombre del oficialismo, Scioli no ahondó en especificaciones respecto de la institucionalidad ambiental de su eventual gobierno, pero sí, en julio pasado, durante la apertura del Seminario Ambiental para el Desarrollo Argentino, dijo que es necesario “trabajarlo como una política de Estado”.
Energía
Sus propuestas en materia energética, paralelamente, involucran, por un lado, “promover un mayor desarrollo de tecnologías limpias y energías renovables”, y, por otro, “profundizar la transición hacia sociedades y economías bajas en carbono”. En este sentido, en el mencionado evento, el candidato del Frente para la Victoria aseguró que quiere “poner a la Argentina a la vanguardia de las energías alternativas”, emprendimiento que catalogó como el “mayor compromiso” que tiene “de cara al futuro”.
Villalonga dio mayores precisiones. “Procuramos que, en los próximos cuatro años, haya un antes y un después. El plan es llegar a fin de 2019 con cerca de un 10% de participación de renovables en la matriz eléctrica”, sostuvo. Respecto del yacimiento Vaca Muerta, el referente de Cambiemos recordó que, de acuerdo a las metas nacionales planteadas a 2030 (ver “Con metas para París”), la curva de emisiones de la Argentina, en 15 años, debería estar estabilizada, por lo que, para entonces, las emisiones fósiles deberían estar disminuyendo. Por tal motivo, explicó, “Vaca Muerta, al igual que el resto de la explotación de hidrocarburos, debe entrar en una ecuación muy delicada, que es hacer inversiones que suministren combustibles para un período, pero que tengan en cuenta que, después, va la baja”.
UNA también apostaría por las energías renovables, aunque no aventuró metas específicas. “Nosotros hemos adoptado un compromiso de avanzar en esa dirección, no en lo testimonial, sino en políticas concretas de favorecimiento de las renovables en la matriz”, sostuvo Federovisky, quien incluyó entre dichas medidas al fomento de la autogeneración a través de, por ejemplo, permitir que el excedente de lo generado pueda ser comercializado en lugar de subido a la red. Además, afirmó que Vaca Muerta debe ser un aliado y no un adversario en ese camino: “Si se desarrolla una política que incorpore de manera determinante a las renovables en la producción eléctrica, se va poder trabajar extendiendo el horizonte del stock de Vaca Muerta en el subsuelo -dado que va a reducir la presión de extracción a los combustibles fósiles-, lo cual lo va a valorizar”.
Cambio climático
El cambio climático, y las acciones para mitigarlo y adaptarse a él, es otro de los focos calientes de las agendas ambientales de los tres presidenciables.
Una de las propuestas concretas de UNA en este sentido es la creación de un Plan Federal de Mitigación de Riesgos de Desastres, que debe ser iniciado desde el Estado nacional con la participación de las provincias. “Tenemos que enfrentar el cambio climático con el tema de las emisiones, pero fundamentalmente con el de cómo el Estado se preparan políticas y prepara a la población para el escenario que ya está instalado. No se puede discutir una vez más si el problema de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires es por falta o no de obra. Eso es un galimatías. Si es por falta de obras, es porque no hubo previamente un análisis del territorio, de su ocupación, de las normativas que permiten cierto tipo de ocupación del territorio y de la ausencia de leyes que permitieron llegar a ese escenario. Por lo tanto, no es un problema de falta de obras, es un problema de desatención del Estado de la realidad y el escenario que hoy plantea el cambio climático”, planteó Federovisky.
Cambiemos, por su parte, planea llevar al escenario nacional un ejercicio que ya puso en marcha en la Ciudad de Buenos Aires: un Equipo Interministerial sobre Cambio Climático. “Es todo un tema cómo se aborda el cambio climático a nivel de un gobierno. La cancillería o el ministerio de relaciones exteriores y el área ambiental son los protagonistas más claros del tema. Pero, ¿cómo hacés que el resto de las áreas de gobierno participen de esa discusión? El esquema que vemos como más interesante es tener un equipo interministerial que venga trabajando continuamente. Que vaya compartiendo cuál es el diagnóstico, el estado de situación y un plan de acción. El gobierno en su conjunto tiene que tener un mismo libreto en este sentido y todos tienen que estar mirando el mismo diagnóstico”, afirmó Villalonga.
Por el Frente para la Victoria, a su vez, Scioli se limitó a señalar que el cambio climático será puesto en “un lugar como política de Estado” en su agenda. “Gobernar es adelantarse, estar un paso adelante, prevenir. Por eso, estamos trabajando con los organismos internacionales de crédito para ir teniendo la posibilidad del financiamiento de obras que tienen que ver con mejorarle el dragado de los ríos, ensancharlos, desmalezarlos, para lograr mayor fluidez”, dijo.
Otras prioridades
Entre otras de las propuestas que forman parte del repertorio macrista, se incluye un “esfuerzo de conservación más representativo de los ecosistemas del país”. En palabras de Villalonga, “la idea es duplicar las áreas bajo la jurisdicción de parques nacionales, con algunos nuevos y la ampliación de otros”. Esto es, “llevar más o menos al 3% de área de parques nacionales totales”, al tiempo en que se buscaría “ir a un cumplimiento realmente mucho más estricto” de la Ley de Bosques.
Del lado del massismo, en conjunto con el cambio climático y la explotación de los recursos naturales, será eje de gestión el tratamiento de los residuos sólidos urbanos (RSU). “El Estado nacional tiene que comprometerse a desarrollar una política de cambio de paradigma. Salir del paradigma del enterramiento y pasar a uno de reutilización. Con estímulos, contribuciones, créditos, técnicos y más, pero teniendo una política a nivel nacional en materia de tratamiento de RSU”, detalló Federovisky.
“Impulsar una política integral para proteger al ambiente. Promover la reducción, reutilización y reciclaje de RSU. Promover un sector industrial que priorice la producción sustentable”, son, por último, las propuestas adicionales de Scioli.
Fuente: Cronista.